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Diego Camacho (4/7/2013)
El espectáculo ofrecido el 2 de julio por Rajoy y Rubalcaba en el pleno del Congreso de los Diputados fue un oprobio para los ciudadanos, ni dos cortesanos del siglo XVIII ante su soberano hubieran bailado mejor el rigodón. El jefe de la oposición identificó a Bárcenas con una nube negra, renunciando a la réplica y a la contrarréplica, lo que obliga a pensar que se está gestando un acuerdo, a espaldas de la Cámara, para cambiar cromos de GURTEL por ERE. Cuando lo más lógico es que el jefe de la oposición hubiera utilizado los mecanismos parlamentarios y hubiera presentado una moción de censura, aunque no hubiera prosperado habría obligado al Presidente a dar las explicaciones que sobre el tema le pedía con boquita de piñón.

Nada complacientes con Rajoy fueron IU, Izquierda Plural y UPyD. El líder del PP mostraría, como acostumbra, con la portavoz de este último grupo, la chulería y la prepotencia que le caracteriza lo que es un insulto para los votantes, no sólo de ese partido, sino para todos los ciudadanos, pues certifica el desprecio que el Presidente tiene por la sede de la soberanía nacional, mientras muestra un notorio servilismo hacia la Infanta Cristina. Lo más sorprendente fue la ovación cerrada de su grupo hacia esa actitud impresentable y maleducada de su jefe. ¿Dónde están esos militantes avergonzados del PP?, ¿acaso todos fuera del Parlamento?

Nada más imputar a Magdalena Álvarez, que se suma a los 92 imputados por el ERE, el PSOE ha empezado a emplear el mismo argumento que utilizó Floriano cuando fue encarcelado Barcenas: “se ha abierto una causa general contra el partido”. Los socialistas han utilizado además otro argumento: que la juez interfiere en el proceso de primarias abierto en el PSOE andaluz por la renuncia de Griñán a presentarse a las próximas elecciones autonómicas.

Claro que hay una causa general abierta contra esos dos partidos, si la corrupción es generalizada en ambos y si hay alguno/a sin pringar, nada hacen en sus organizaciones. Las voces discrepantes sólo lo han sido a nivel declarativo. Ojala hubiera militantes en esas formaciones que pusieran por delante el interés de la nación a los suyos. Por otro lado, teniendo en cuenta la rapidez en el funcionamiento de la justicia en España sólo faltaría que hubiera que interrumpir el funcionamiento de la misma ante la proximidad de elecciones generales, autonómicas, locales o primarias. Más lógico es que una persona imputada o corrupta no pudiera ser candidata a nada, como pasa en cualquier país democrático, aunque entonces a lo mejor tendrían problemas para confeccionar las candidaturas.

No se a qué están esperando Griñán y Chaves para dimitir de sus cargos, pues como cualquiera sabe si hubo uso fraudulento de los ERE ellos fueron los responsables políticos y los que permitieron la creación de una red mafiosa para apoderarse de los fondos públicos de manera institucionalizada. Igualmente Rajoy fue quien nombró a Barcenas y a quien ha estado notoriamente protegiendo, dándole tiempo, para retrasar su entrada en la cárcel y para poder mover las cuentas que tenía en paraísos fiscales. Por ello la responsabilidad de este robo masivo de dinero público vía GURTEL o ERES es un hecho incontestable a pesar de todas las argucias judiciales o procesales que estén utilizando para evitar el ingreso en prisión de unos delincuentes notorios. El Presidente del Gobierno tiene además el agravante de tener mayoría absoluta en el Congreso y en el Senado para depurar todo el saco de corrupción que se ha ido generando en su partido, en Andalucía y en Cataluña, desde los tiempos de Aznar hasta la actualidad. Me parece que defender hoy la honradez de Mariano Rajoy sería un ejercicio de voluntarismo político sin base lógica alguna.

No se puede olvidar que además el Consejo de Ministros ha sacado adelante la reforma Gallardón para poner al CGPJ al completo en manos de los partidos políticos, quitar a los jueces la instrucción en beneficio de los fiscales, a lo que hay que unir la represión que se esta ejerciendo sobre los jueces instructores que se atreven contra personas importantes, utilizando el desprestigio en los medios serviles y la amenaza del expediente por prevaricación. Todo ello con el permiso, que es lo mismo que el aliento del Presidente y su Gobierno.

Hoy en España no existe como se afirma un bipartidismo sino un partido único el PPOE, que presenta un frente unido en sus dos secciones de Ferraz y Génova para sostener el principal problema que tiene este país, perpetuar la corrupción del sistema político.

N. de la R.
El autor es Coronel del Ejército español, historiador y escritor.