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espacioseuropeos (24/8/2014)
El anterior presidente de la Comisión de la Unión Africana, Jean Ping, ha dicho que la Unión Africana (UA) sospechaba que la intervención militar extranjera en Libia de hace tres años provocaría daños en la región y podría degenerar en una guerra civil, motivo por el cual se opusieron a la idea de la OTAN.

La afirmación supone un “te lo dije” a los países que participaron en la operación para derrocar a Gadafi visto el resultado tres años después; Libia es hoy un país sin gobierno efectivo, dividido por milicias que reclaman su control y en el que proliferan las armas descontroladas y la violencia.

Ping ha ido más lejos al afirmar que el “sentimiento de superioridad” de los países de la OTAN les llevó a ignorar la posición de la Unión Africana de encontrar una solución pacífica, según Mail&Guardian.

“Visité todas las capitales europeas, fui a Washington y a la OTAN para advertirles sobre la intervención. Sabía que Libia podría explotar y es justo lo que está pasando ahora”, dijo Ping. “Ya vimos esto antes en otros sitios, en Somalia, donde la intervención extranjera provocó demasiados daños colaterales. Sabíamos de qué estábamos hablando”, añadió el político gabonés.

Cientos de personas han muerto durante estos meses víctimas de la violencia en Libia, casi tantas como las que murieron antes de la intervención liderada por Francia para proteger a la gente amenazada por las fuerzas de Gadafi en Bengasi, a principios de 2011. Además, miles huyeron intentando escapar de la violencia en dirección a países vecinos o Europa.

Un consultor independiente y experto de la Unión Africana, Mehari Maru, mostró su acuerdo con las palabras de Ping. Según Maru, la Posición de la UA fue malinterpretada al ser vista como un apoyo a Gadafi. “(La Unión Africana) Puede jugar un papel muy importante en Libia”, dijo el experto, que considera que es el momento de que la organización panafricana asuma su liderazgo aportando la solución junto a otros actores como la Unión Europea, la Liga Árabe o Naciones Unidas. Maru reconoce, no obstante, que la situación se ha tornado enormemente complicada y que la seguridad de todo el norte de África y en el Sahel se haya comprometida por la existencia de grupos armados bien financiados con el petróleo libio. Además, la anarquía y la disponibilidad de armamento hacen de Libia un caldo de cultivo propicio para el surgimiento de grupos terroristas y redes criminales, tal y como informa Mail&Guardian.

Las milicias controlan una parte importante del país que vive el mayor nivel de violencia conocido desde 2011. El gobierno no ha sido capaz de desarmar desde entonces a los numerosos grupos que tomaron parte en el levantamiento contra el dictador.

Fuente: Mundo Negro.

N. de la R.
Con toda seguridad, el país que lideró (Francia) el ataque contra Libia, con el pretexto de acabar con Gadafi, así como el resto de los encuadrados en la OTAN, perseguían la actual situación de violencia y enfrentamientos entre etnias y versiones del Islam distintas.