¡No te enfades, tía!
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Internacional
espacioseuropeos (6/7/2015)
Cada día que pasa, es más evidente el espionaje al que sometió Estados Unidos a sus aliados. Tal es la alarma existente que la UE parece que por fin comienza a tomar medidas. Una de ellas es la del cable submarino, que va a comenzar a instalarse bajo el mar,  mediante el que Brasil y Europa pretenden mantener comunicaciones no controladas por Estados Unidos.

Alemania parece que ha reaccionado, y su ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, ha instado a Estados Unidos a que aclare lo “antes posible” las últimas revelaciones que ha hecho la plataforma Wikileaks relacionadas con

el espionaje al Banco Central Europeo (BCE), la canciller Angela Merkel y a varios ministerios de su gabinete.

No se sabe si el enfado alemán ha sido por haber sacado Wikileaks a la luz ese espionaje, o es que verdaderamente Alemania está molesta: «Espero que por parte estadounidense se contribuya a aclarar los casos» denunciados por la plataforma cibernética, manifestó Steinmeier.

Lo curioso de estas declaraciones, es que el ministro alemán las hizo en presencia de su colega checo, Lubomir Zaoralek, con el que compareció, y poco después de que el embajador de Estados Unidos,  John B. Emerson, fuera llamado a la Cancillería para dar explicaciones.

Las filtraciones de Wikileaks fueron recogidas por diversos medios de comunicación, y entre ellas estaba un informe sobre una conversación telefónica de Angela Merkel sobre Grecia, captada por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), en la que se podía oír a la canciller alemana “expresar sus dudas sobre la reestructuración de la deuda griega”.

Aparte de esas escuchas, se publicaron otras del BCE, además de oras de ministros, Una, particularmente delicada, del ministro de Economía, Finanzas y Agricultura, sobre asuntos económicos y comerciales alemanes por los que Estados Unidos estaba muy interesado.

Si esto pasa con Alemania, imaginen lo que puede estar pasando con el resto de Europa.