Combatiente del Frente Polisario

Sáhara Occidental
Luis Portillo Pasqual del Riquelme (31/1/2020)
Marruecos y Francia, tras la alarma terrorista
Expertos en la materia, como Carlos Ruiz Miguel o Ignacio Cembrero, hace ya tiempo que señalaron el contexto geopolítico y los intereses que subyacen a la utilización de la presunta amenaza terrorista en relación con los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf, el Frente Polisario o la legítima lucha del pueblo saharaui por su libertad e independencia.

Así, Carlos Ruiz Miguel, catedrático de Derecho Constitucional, director del Centro de Estudios sobre el Sáhara Occidental (CESO) de la Universidad de Santiago de Compostela, coautor del ‘Prontuario jurídico’ sobre el Sáhara Occidental y autor de numerosos trabajos sobre la causa saharaui y las pretensiones anexionistas de Marruecos (ver “La <<Constitución>> marroquí de 2011. Análisis crítico”), apunta a la posible existencia de “agentes estatales ocultos” detrás del chantaje terrorista; y señala que, en ocasiones, la amenaza yihadista es una creación de los servicios de Inteligencia que oculta, entre otras cosas, un conflicto geopolítico entre Estados, como en el caso de Marruecos; y que el terrorismo se utiliza para crear inestabilidad en Estados hacia los que se tiene hostilidad, como es el caso de Francia con Argelia desde su independencia en 1962 (como ha puesto de manifiesto también el diario El País muy recientemente, 14/12/2019). Francia –señala Ruiz Miguel– siempre habría tratado de debilitar a Argelia (que es donde se ubican los campamentos de refugiados saharauis). Puede que los ejecutores de los actos terroristas sean fanáticos, pero quienes marcan la estrategia –afirma el mencionado autor- son otros que tienen un objetivo político claro; hay grupos terroristas que siguen estrategias de ciertos Estados contra otros Estados…

Y en cuanto a la ‘estrategia marroquí’ en este terreno, Ruiz Miguel señala dos aspectos que Marruecos viene propiciando con ahínco: 1) introducir la variable del terrorismo en el conflicto del Sáhara Occidental y 2) cuestionar la idea de que el territorio de la RASD-Polisario es seguro. Respecto al primer aspecto, “desde hace tiempo, Marruecos pretende que en los informes del Secretario General de Naciones Unidas sobre el conflicto del Sáhara Occidental se aluda al «terrorismo». Marruecos ha ideado mil y una «operaciones» para introducir esa variable en el conflicto…, llegando incluso a «descubrir» un supuesto «arsenal» de un supuesto grupo «terrorista» en Amgala (¡en la zona del Sáhara Occidental ocupada por Marruecos!)…”

Respecto al segundo aspecto –la pretendida inseguridad del territorio controlado por la RASD-, Ruiz Miguel lo explica así: “Esta idea ya se lanzó cuando se produjo el secuestro de los llamados «cooperantes» españoles secuestrados en Mauritania [2009] al mismo tiempo que Marruecos tenía un grave problema con la deportación de Aminatu Haidar.” “En aquella ocasión, se llegó a decir que el secuestrador condujo a los secuestrados cruzando el territorio liberado de la República Saharaui, dando a entender que ésta no garantizaba bien su territorio. Aquello se demostró falso.”

Y en referencia al secuestro, por el AQMI (Al Qaeda del Magreb Islámico), de dos cooperantes españoles y una italiana en los campamentos saharauis, en octubre de 2011, señala: “Esta nueva operación pretende incidir en la misma idea: hacer creer que la República Saharaui/Frente Polisario no garantizan suficientemente el territorio y es «mejor» que esté en manos de Marruecos.” (“¿Un secuestro con contexto geopolítico?”, Periodista digital, 24/10/2011; AQMI: Cuando el Estado es cómplice del terrorismo”, p. 247 ss). Como puede apreciarse, pura intoxicación del régimen marroquí.

Por su parte, Ignacio Cembrero, reputado profesional de la información y experto en asuntos del Magreb, complementa el análisis del profesor Ruiz Miguel (introducir la variable del terrorismo en el conflicto del Sáhara Occidental): “Desde hace ya tres o cuatro años –afirmaba Cembrero en 2011-, la prensa oficialista marroquí y algunos expertos y centros de investigación afines a Rabat insisten en que el Frente Polisario tiene connivencias con la rama magrebí de Al Qaeda [¡!]. El golpe de la organización terrorista AQMI en sus campamentos de refugiados de Tinduf, en el suroeste argelino, desmiente por completo esas aseveraciones.”

Desde hace años, el movimiento independentista replica a esas acusaciones [afirmando] que el área del Sáhara bajo su control… es la zona más segura del desierto. Recalca además que los saharauis son inmunes al extremismo islamista. La Embajada de EE UU en Argel avalaba estas afirmaciones en los cables enviados a Washington y desvelados por Wikileaks.” (…) “Ha quedado demostrado que el Polisario no solo no coquetea con los terroristas, sino que puede ser su víctima”. “El triple secuestro es ante todo un mazazo para los independentistas y un motivo de satisfacción para las autoridades de Marruecos. Mientras los responsables del Polisario estaban, en privado, apesadumbrados, las webs marroquíes afines al poder destilaban su deleite.” Una de ellas, por ejemplo, ‘informaba’ así: “El Frente Polisario no está ya en condiciones de garantizar la seguridad de los saharauis que viven en sus campamentos y habría sido infiltrado por AQMI (…), la opción de un micro Estado administrado por el Polisario constituye una amenaza para la seguridad de la región…”

Por supuesto, la calificación de ‘micro Estado’ no deja de ser otro invento de la intoxicación marroquí, ya que la extensión del Sáhara Occidental es mayor que la de Reino Unido, Guinea o Rumanía, por ejemplo, prácticamente como la mitad de España y bastante mayor que otros muchos países y territorios. Y con abundantes recursos naturales como para convertirse en uno de los países más prósperos de África. Lo que, en cambio, no es ninguna invención es que la mayor parte de los atentados terroristas, en España y en Europa, han sido perpetrados por ciudadanos marroquíes. De hecho, el Secretariado Nacional del Frente Polisario evocaba la estrecha relación de Marruecos con el apoyo y fomento del terrorismo, especialmente en la región del Sahel, e incluso el uso directo del terrorismo para atacar al pueblo saharaui (véase Ruiz Miguel, “¿Qué relación tiene Marruecos con el terrorismo en el Sahel?”; Ignacio Cembrero, “Duro golpe para los independentistas saharauis y para su anfitriona Argelia”, El País, 24/10/2011).

 Y otra pretensión no declarada del reaccionario régimen marroquí, al tratar de impedir la presencia de cooperantes y la visita de ciudadanos españoles y de otros países, es intentar cortar la tan necesaria ayuda humanitaria y la cooperación con los refugiados saharauis, como también dejan entrever los dos autores antes citados. Todo lo que sea perjudicar a la justa causa saharaui es ‘razón de Estado’ para el Majzén marroquí. Y decimos “justa” causa porque está plenamente avalada por el Derecho Internacional (Carta de la ONU y más de un centenar de resoluciones de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad, Tribunal Internacional de Justicia, Unión Africana, Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Tribunal Supremo de Sudáfrica, Audiencia Nacional del Reino de España: razón de Justicia versus ‘razón de Estado’), como puede verificarse en el excelente ‘Prontuario jurídico’ sobre el Sáhara Occidental.

Zapatero ante un mapa ilegal, donde el territorio del Sáhara Occidental queda anexionado al ocupante Marruecos (Sahara Libre)

Impunidad marroquí y silencio del Gobierno español
Casi al mismo tiempo que el Gobierno español daba esa extraña alarma -desmentida por Argelia, la MINURSO y el Frente Polisario-, Marruecos expulsaba de El Aaiún (capital del Sáhara Occidental ocupado, la antigua `Provincia 53’ de España) a cuatro diputados autonómicos vascos y una jurista. Días más tarde, el 10 de diciembre, también era expulsada una ciudadana portuguesa. La expulsión de esos parlamentarios (y de otras muchas personas anteriormente) demuestra, una vez más, que “Marruecos actúa con total impunidad, para seguir ocultando las atrocidades y violaciones de derechos humanos que sufre diariamente el pueblo saharaui en los territorios ocupados”.

Desde enero a noviembre de 2019 el régimen marroquí impidió entrar en el Sáhara Occidental ocupado, al menos, a 19 personas de nacionalidad española: once abogados, dos periodistas y seis integrantes de organizaciones solidarias. Con la expulsión de los parlamentarios vascos el 1 de diciembre -no viajó ninguno del Partido Socialista– y una jurista, la lista de españoles expulsados en ese lapso de tiempo asciende a 24.

Según informó la web Contramutis, el Frente Polisario pidió al Gobierno de España que se interesara por la expulsión de sus ciudadanos con la misma preocupación con que había intentado alarmar a los cooperantes y personas solidarias que visitan los campamentos de refugiados saharauis, y que no utilice la doble vara de medir como hace siempre cuando hay que llamar la atención a Marruecos: que pida explicaciones “ante este lamentable capítulo” que engrosa la lista de las delegaciones españolas expulsadas del Sáhara Occidental ocupado, que chocan “contra este muro infranqueable impuesto por Marruecos”.

El coordinador de los diputados expulsados el 1 de diciembre, Carmelo Barrio (PP), informó desde el mismo avión en el que viajaron, que el aparato aterrizó en El Aaiún procedente de Las Palmas, pero nada más tomar tierra un representante del Gobierno marroquí les comunicó verbalmente que no podrían bajar y debían regresar en el mismo avión a Canarias. Viajaban junto a Barrio los diputados Iñigo Martínez (Elkarrekin Podemos), Eva Juez (PNV) y Josu Estarrona (EH Bildu), todos ellos pertenecientes al Intergrupo Parlamentario de Paz y Libertad para el Pueblo Saharaui.

Carmelo Barrio dijo que la intención de los parlamentarios era “tomar contacto con los representantes del pueblo saharaui” y hablar con las organizaciones pro derechos humanos, sin excluir una reunión con las autoridades marroquíes “si ellos nos lo piden”, pues no habían contactado previamente con ellas.

El diario ABC subrayaba lo obvio: que “no es la primera vez que un grupo de políticos españoles se ve obligado a dar media vuelta sin pisar siquiera el territorio saharaui; de hecho, lo más habitual es que esto suceda casi sistemáticamente”.

Apenas unos días después, el 10 de diciembre de 2019, las autoridades marroquíes expulsaron del territorio del Sáhara Occidental ocupado a la periodista portuguesa y miembro de la Fundación Sáhara Occidental, Isabel Lourenço, quien fue detenida al llegar a El Aaiún por policías no identificados que la encerraron en un hotel e incomunicaron a la espera de su deportación. Lourenço, reportera del medio online ‘Tornado’, afirmó que en ningún momento escondió cuál era el propósito de su viaje: visitar a los familiares de distintos presos saharauis condenados por tribunales marroquíes, y añadió que eso no puede constituir “una amenaza al orden público”, de lo que supuestamente la acusaron al expulsarla.

Bajo el titular ‘activista y periodista portuguesa expulsada del Sáhara’, Jesús Cabaleiro Larrán informaba en el digital Periodistas-es.com de que el Bloco de Esquerda había condenado lo ocurrido como “un acto grave e inamistoso que merece nuestra más firme reprobación” y ya había presentado en el Parlamento portugués una pregunta al Gobierno del Partido Socialista sobre lo ocurrido, al que demanda una condena al respecto. Hay que recordar –continuaba el mencionado periodista- que el pasado mes de agosto un total de veinticuatro organizaciones portuguesas instaban al Gobierno y a Naciones Unidas para que se tomen medidas “ante la oleada de represión en las zonas ocupadas del Sahara Occidental y se garantice al pueblo saharaui ejercer su libre derecho a la autodeterminación”. Entre las organizaciones firmantes citaba, entre otras, al Consejo Portugués de Paz y Cooperación (CPPC), la Confederación General de Trabajadores Portugueses–Intersindical Nacional (CGTP-IN), el Movimiento Democrático de Mujeres (MDM) y la Asociación de Amistad Portugal Sahara Occidental (AAPSO). No hay que olvidar que el actual secretario general de Naciones Unidas y responsable de la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental (Minurso) es el portugués António Guterres.

Marruecos –denunciaba Cabaleiro Larrán– expulsa casi sistemáticamente del territorio saharaui a los periodistas que no son favorables al ‘Sahara marroquí’ (¡!), justificándolo siempre con el mismo argumento, “una agenda política hostil a Marruecos”. En muchos casos, la policía no permite ni siquiera bajar del avión a las personas acusadas y les obliga a tomar la misma aeronave de vuelta, como aconteció recientemente con los cuatro parlamentarios autonómicos vascos del Intergrupo ‘Paz y Libertad para el Pueblo Saharaui’ pertenecientes al Partido Popular, Partido Nacionalista Vasco, Podemos y EH Bildu.

Con Isabel Lourenço, son ya 43 los extranjeros expulsados del territorio saharaui por las autoridades marroquíes en 2019. Según el diario El País (1/12/2019), “en el año 2016, último del que se disponen de cifras oficiales”, las autoridades marroquíes expulsaron a 93 personas en total cuando trataban de entrar al Sáhara [Occidental ocupado] o cuando ya habían entrado. En ningún caso el Ministerio español de Asuntos Exteriores -hasta hace muy poco dirigido por Josep Borrell– dijo nada ni presentó queja alguna ante Marruecos, ni pidió explicaciones al régimen marroquí.  Según la agencia saharaui de prensa SPS, desde enero de 2014, Marruecos ha prohibido la entrada en los territorios ocupados a 274 personas de 20 nacionalidades (personalidades políticas, observadores independientes, periodistas, juristas etc.).

Pedro Sánchez y Fernando Grande-Marlaska con el rey Mohamed VI en noviembre de 2017. (Foto archivo)

La Conferencia Internacional de Apoyo y Solidaridad con el Pueblo Saharaui (EUCOCO)
No es casualidad que la prensa ‘establecida’ haya silenciado –es decir, hurtado a la ciudadanía- el conocimiento de la celebración, en Vitoria-Gasteiz (22-23 de noviembre), de la 44ª edición de la Conferencia Internacional de Apoyo y Solidaridad con el Pueblo Saharaui (EUCOCO), que se viene realizando de forma continuada desde 1975, cada año en una ciudad europea distinta. 1975 es el año del inicio del ‘conflicto’ del Sáhara Occidental, esto es, el inicio de la invasión marroquí, la firma de los ilegales Acuerdos de Madrid y la entrega del territorio saharaui y su población a Marruecos (y Mauritania) por el último Gobierno de la dictadura franquista (¡Memoria histórica!).

Aunque se siguen utilizando las siglas de Conferencia ‘Europea’ (EU), las sucesivas ediciones de la EUCOCO tienen, ya desde hace años, una dimensión internacional, al participar en ellas organizaciones y personas de los cinco continentes, si bien con una mayor presencia de participantes europeos. Representantes de Gobiernos que reconocen a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), diputados, eurodiputados y otros cargos electos, gobiernos autonómicos, diputaciones y ayuntamientos del Estado español, organizaciones políticas y sindicales, asociaciones de amistad con el Pueblo Saharaui y ONG en general, participan cada año en esta cita obligada de solidaridad. También lo hace, al máximo nivel, el Pueblo Saharaui, representado por autoridades de su Gobierno, así como embajadores/as y delegados/as de numerosos países. Las EUCOCO son sin duda la cita anual más importante del Movimiento de Solidaridad Internacional con el Pueblo Saharaui. El lema este año era: “1975-2019, 44 años de lucha por la Independencia, la descolonización del Sáhara Occidental, garantía para la Paz y la Estabilidad en la Región”. 44 años son más de lo que los españoles tuvimos que soportar los tiempos grises y amargos de la dictadura franquista. Eso, a quienes, a pesar de todo, pudimos mantener la vida en aquellos tiempos angustiosos,  nos puede dar una idea, salvando las distancias, de lo que están soportando y padeciendo los saharauis (antaño, ciudadanos españoles), solo que en circunstancias y condiciones muchísimo peores que las nuestras, sin punto de comparación.

La 44ª EUCOCO reunió a más 400 representantes de diferentes países y volvió a señalar a España y Francia como actores clave en la búsqueda de una solución justa y definitiva al proceso de descolonización del Sáhara Occidental, mediante la celebración del referéndum de autodeterminación y el estricto cumplimento de la resoluciones de la ONU y la Unión Africana (Mundiario, 24/11/2019).

En la declaración final, la EUCOCO reclama a España la denuncia de los Acuerdos de Madrid de 14 de noviembre de 1975 (por los que Marruecos pretende justificar su ocupación del Sáhara Occidental, a pesar, no obstante, de haberlos incumplido, al ocupar también la ‘parte mauritana’) y la concesión de estatus diplomático al Frente Polisario como único y legítimo representante del pueblo saharaui, y “proporcionarle la asistencia política y humanitaria necesaria para defender los derechos e intereses saharauis

En referencia a Francia y su papel en el conflicto, la plataforma internacional de apoyo al pueblo saharaui señala directamente al gobierno galo como “el principal obstáculo para cualquier solución de conformidad con el Derecho internacional, tanto en el seno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como en la Unión Europea”. Por ello pide al Gobierno francés un nuevo posicionamiento que pueda “contribuir a la solución de este conflicto y contribuir así a la construcción de un Magreb unido entre socios libres e iguales”.

En el ámbito de las instituciones europeas, el Movimiento de Solidaridad con el Pueblo Saharaui recuerda a la Comisión Europea y a su nuevo Alto Representante para la Política Exterior, Josep Borrell, su obligación de respetar las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y de reconocer al Frente Polisario como único representante del pueblo saharaui, legitimado para negociar acuerdos de cooperación.

A pesar de expresar satisfacción por los avances realizados en el ámbito de la Unión Africana (UA) “con el objetivo de poner fin a la ocupación colonial del Sáhara Occidental por parte de Marruecos”, la EUCOCO reconoce la delicada situación en la ex provincia 53 de España  y hace un  llamamiento al Secretario General de la de las Naciones Unidas, António Guterres, y a la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michele Bachelet, para que se adopten las medidas pertinentes a fin de que MINURSO cumpla con sus  promesas y amplíe su funciones a la supervisión del respeto de los derechos humanos de la población saharaui.

En esta 44ª Conferencia, además de representantes de las instituciones vascas, participaron delegaciones de Argelia, Brasil, Bélgica, España, Francia, Panamá, Polonia, Portugal, Sudáfrica, Suecia y Suiza. En la delegación saharaui, encabezada por el entonces Primer Ministro de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Elouali Akeik, tomaron parte varios ministros, parlamentarios,  integrantes de organizaciones sociales y activistas procedentes de las zonas ocupadas.

Como ya se ha dicho, lo que comenzó hace 44 años como una Conferencia Europea, hace ya tiempo que adquirió carácter internacional, habiéndose convertido en una cita imprescindible para evaluar el trabajo de apoyo, proyectar planes de acción en diversos ámbitos (político, jurídico, institucional), visibilizar la situación en las zonas ocupadas y ampliar la solidaridad internacional con la lucha del pueblo saharaui.