Teodoro Obiang Nguema se ríe pocas veces…

Guinea Ecuatorial
Abaha (18/2/2020)
No hay duda que a Teodoro Obiang Nguema le ha sentado muy mal la sentencia de París contra su hijo Teodoro Nguema Obiang, Teodorín, por eso de los “bienes mal adquiridos”.  Tras la sentencia condenatoria, Obiang –el padre- se ha lanzado de lleno contra la France, y se ha ido nada menos que al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya. Muy seguro tiene que estar el dictador guineano para actuar así. Sabe de sobra que por un “quítame esas pajas”, a Muamar Gadafi le masacraron –y también a su pueblo-, sin importarles cómo han dejado Libia y con los “daños colaterales” infringidos a Europa.

Con el dictador guineano, parece que las decisiones se mueven con más lentitud. Quizás España sea la culpable de que cualquier acción o medida contra el dictador no se lleve a cabo. Y eso, no lo olvidemos, quizás se deba a que hay mucho político socialista en negocios con el sátrapa. También los hay del PP y de otras formaciones, pero menos. Y, cómo no, también empresarios de ringorrango están en el ajo del petróleo, gas, ladrillo y cemento. Y otros a tirar la basura química y radioactiva en la enorme fosa que rodea la isla de Annobón y aledaños.

Aparte de la geoestrategia, el tráfico de armas y otros negocietes, están los bussines sanitarios, los de la educación, el asesoramiento y las triquiñuelas (véanse las gestiones de los excomisarios José Manuel Villarejo y Carlos Salamanca, Mercedes Obiang y la exembajadora Purificación Angue). A esto habrá que añadir algún grupo nostálgico de la democracia cristiana que se mueve con parsimonia, pero que nunca se sabe cómo puede concluir.

Y, entre tanto, dónde anda Teodorin, pues de cuchipanda en Puerto España, capital de Trinidad y Tobago, donde se va a deleitar con el carnaval y el muslamen de las participantes. ¡Señor, si su yate hablara! Y es que a Teodorín le importa un pepino lo que dicte la Justicia francesa. Él está por encima de todo. Para eso está papá Obiang y mamá Constanza.

Pero la situación se complica. La intensa actividad desarrollada por miembros del MLGEIIIR (Movimiento de Liberación de Guinea Ecuatorial III República) y la de Espacios Europeos está dando sus frutos, a pesar de que fuera de temporada. ¿Por qué? Pues, muy simple, en un país más normal donde la democracia es tal y donde el Estado y su gobierno sean defensores de sus ciudadanos y velen por los Derechos Humanos, primero no hubiera habido el secuestro de dos españoles (los dos habían servido en el Ejército Español, Feliciano Efa Mangue y Julio Obama Mofuman) y dos residentes con quince años a la espalda (Martín Obiang Ondo y Bienvenido Ndong Ondo).

Hasta ahora nadie se ha puesto en contacto con sus familias, que denunciaron los hechos ante la Policía Nacional, políticos, Iglesia, prensa, etc. Pero mira por donde un suceso, aparentemente sin relación con ellos ha venido a alterar la situación. No sabemos si para bien o para mal. El tiempo dirá.

Y es que el expresidente de la Corte Suprema de Justicia de Guinea Ecuatorial, Juan Carlos Ondo Angue, hijo de la exembajadora Purificación Angue, sufrió un intento de “detención” en su casa, en Malabo, del que se libró por los pelos. El hombre, que andaba con la mosca detrás de la oreja, hizo varias llamadas desde su móvil, alguna de ellas a la sede diplomática de España. El caso es que en su domicilio –algo insólito- se presentaron casi en pijama, debido a lo avanzado de la hora, tres embajadores, dos de ellos (España y Francia) y otra (Estados Unidos) en camisón.

Total que el asunto se resolvió con el acuerdo de que Juan Carlos Ondo Angue se comprometía a presentarse a la mañana siguiente ante las “autoridades” guineanas. Pero, como haría cualquier persona con experiencia en asuntos político-judiciales y buenas relaciones, no acudió a la cita.

Al parecer, se ha refugiado en “casa de un amigo”, domicilio que aunque no se diga, todos sabemos dónde está. Hasta aquí, nos parece bien.

Al día siguiente, Juan Carlos Ondo Angue,  lanzó un escrito, aparentemente meditado, en el que afirmaba tajantemente no pertenecer a ningún grupo o partido político. Que seguro que es verdad, pero que el miedo a ser arrestado o quizás enjuiciado, le hizo escribir unos renglones “torcidos” contra Rubén Clemente y Martín Obiang, que no le han beneficiado en nada y a no tardar mucho, le perjudicarán.

Las redes sociales se hicieron eco de ello y le recordaron sus cargos en el régimen de Teodoro Obiang Nguema.

Desde “casa de su amigo” declaró telefónicamente a la Agencia EFE, en Nairobi, que tenía miedo a ser “eliminado” por Obiang. Asimismo, afirmó sentirse “preocupado” por el “acoso” que “sufrió hace dos días en su domicilio”.

El régimen guineano, ni corto ni perezoso, convocó a los tres embajadores (USA, Francia y España), para amonestados. Las “autoridades” guineanas dijeron a los diplomáticos que sus gestiones iban encaminadas a saber si Juan Carlos Ondo Angue había participado en la supuesta intentona golpista de diciembre de 2017.

Obiang sabe que Juan Carlos Ondo Angue no está implicado en ninguna intentona golpista contra él, entre otras cosas porque su amor por el pueblo no llega a tanto y, sobre todo, porque quizás no hubo tal golpe.  Es público que el ABA American Bar  Association  Center for Human Rights, califica en un informe de 51 páginas, afirma que el juicio que se hizo a más de cien supuestos implicados en esa “trama” golpista fue una auténtica farsa y estuvo “plagado de irregularidades”.

Con seguridad, a Ondo Angue no le ocurrirá lo que al sargento Mico, que intento desalojar del poder al tirano Obiang Nguema. Recordemos que el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, de acuerdo con su presidente, Felipe González, dio orden al embajador español en Malabo de que entregara a Mico -que se había refugiado en la sede diplomática española-, a las autoridades guineanas. Y así pasó.

Teodoro Obiang Nguema Mbasogo recibe en audiencia a Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria de los Estados Unidos, Susan Stevenson.

En este incierto panorama, no hay que dejar de lado la entrevista entre Teodoro Obiang  y una “delegación” de CPDS, partido integrado en la Internacional Socialista y que apadrina el PSOE. La tal delegación estuvo presidida por Andrés Esono Ondo, secretario general de esa formación. Dentro de ese plan, de mostrar las buenas relaciones entre el CPDS y el régimen de Malabo, las dos partes acordaron la liberación de dos presos. De esta forma, se pretendía que tanto el CPDS como Obiang saldrían beneficiados. Pero, de nuevo las redes sociales, muestran la realidad de lo que opina el pueblo. Otra farsa más.

A todo esto, ¿qué harán las autoridades españolas por preservar la vida de los secuestrados Martín Obiang Ondo, Bienvenido Ndong, Feliciano Efa Mangue y Julio Obama Mofuman?  Hasta ahora, que sepamos, nada. Y van ya tres meses; muchos días padeciendo torturas.

Quizás, avergonzados por su proceder o a instancias de quien manda realmente, que es Estados Unidos y Francia, enviarán una carta a sus familias y al MLGEIIIR, en la que les animarán a tener confianza en el Gobierno de España.

Excelente oportunidad se le presenta al Vicepresidente Segundo, don Pablo Iglesias Turrión, para intentar convencernos de creer en la tan cacareada democracia y en la clase política, y no decimos Casta como él solía mencionar.