Mariano Rajoy en Malabo (Foto La Moncloa)
Mariano Rajoy en Malabo (Foto La Moncloa)

Guinea Ecuatorial/España
Abaha
(26/6/2014)
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, ya ha salido de Malabo camino de Bruselas. Rajoy, de acuerdo con fuentes oficiales, ha viajado a Malabo para asistir a la Cumbre de la Unión Africana que se celebra en la capital de Guinea Ecuatorial. Se dice que Rajoy ha sido invitado por la UA, pero no se sabe a ciencia cierta si esa invitación partió de África o La Moncloa la solicitó. Lo que si se sabe es el escaso entusiasmo con el que el dictador guineano Teooro Obiang Nguema le ha recibido.

Rajoy llegó a las 22 horas de ayer a Malabo, en un avión de la Fuerza Aérea española, acompañado de su séquito. Desde la visita que hizo Felipe González en noviembre de 1991 ningún otro presidente ha viajado a la ex colonia española. Obiang ha rogado e implorado en numerosas ocasiones que Aznar y Zapatero le visitaran en su feudo, pero no lo consiguió. Tampoco el dictador ha tenido muchas ocasiones de ser invitado a la metrópoli, pues “salir” en la foto con el dictador no les hace gracia a los moradores de La Moncloa.

Pues bien, se dice que Rajoy acude a la Cumbre de la Unión Africana para buscar el voto de los países africanos de cara a obtener un sillón en el Consejo de Seguridad de la ONU. El presidente del gobierno español se ha entrevistado, entre otros, con Mohammed Uld Abdel Aziz, jefe de estado de Mauritania y presidente de turno de la UA, con el que España mantiene excelentes relaciones, que al parecer ha sido el artífice de la invitación a Rajoy para asistir a la cumbre africana.

Pero esa invitación no ha sido del agrado del dictador Obiang Nguema –y así lo ha hecho notar- que así se resarce de los desplantes que tanto el rey de España, Juan Carlos I, como el mismo Rajoy, le hicieron en España (funerales por Adolfo Suárez) y en Bruselas, con motivo de la conferencia que impartió el dictador en el Instituto Cervantes.

Hay que destacar que la televisión y la radio oficiales han guardado un silencio sepulcral sobre esta visita. Y, que sepamos, el mismo silencio ha sido mantenido por Radio Televisión Asonga, propiedad de ‘Teodorín’, Teodoro Nguema Obiang, vicepresidente del gobierno y ministro, además de hijo del dictador guineano.

Coincidiendo con los prolegómenos de la visita de Rajoy a Malabo, Amnistía Internacional ha pedido a Mariano Rajoy,a través de una carta firmada por su presidente en España, Esteban Beltrán, que solucione los graves problemas de las “torturas, pena de muerte y libertad de expresión que se padecen” en Guinea Ecuatorial, y que se “interese por tres víctimas concretas de violaciones de derechos humanos” que se cometen el la ex colonia española. Asimismo, Beltrán se ha dirigido al Congreso de los Diputados para que sus señorías “promuevan iniciativas de control sobre los derechos humanos con motivo de esta visita”.

La prensa española zarandeó a Rajoy con algún escándalo relacionado con Guinea Ecuatorial. Por ejemplo, el diario ‘El País’ aireó la noticia de que la Audiencia Nacional está investigando la “paliza” que recibió un empresario español en Guinea Ecuatorial, país nada seguro “par los empresarios españoles. No lo es jurídicamente, pero tampoco físicamente”, afirmación hecha por el mismo diario. La investigación la lleva a cabo el juez Santiago Pedraz, y se refiere a la denuncia que el empresario español J. M. González -que fue víctima “de una paliza”- interpuso ante la AN.

Rajoy en Sipopo
La intervención del presidente del gobierno español ante los mandamases africanos en el Palacio de Sipopo de Malabo fue correcta, incluso recibió aplausos cuando dijo que si “España cuenta con un puesto en el Consejo de Seguridad, África no tendrá sólo los tres asientos de que dispone en ese órgano, sino cuatro, porque podrá contar como propio el de España”. Sin embargo, le miraron de reojo –sobre todo Teodoro Obiang– cuando reclamó “la democracia y el pleno respeto a los derechos humanos como ‘puntos cardinales’ para una etapa de «renacimiento» de África en la que España desea participar”.

Tras una entrevista protocolaria de unos diez minutos con el dictador guineano en el Pabellón Turco del Palacio de Conferencias de Sipopo, “en un ambiente cálido y de concordia”, según una breve nota del gobierno guineano, Rajoy partió para Bruselas donde asistirá a la reunión del Consejo Europeo.

Abaha
Abaha

En esos escasos minutos que mantuvieron seguro que Rajoy no tuvo tiempo de preguntarle al dictador por los cadáveres descuartizados que han aparecido, según Radio Asonga, ni tampoco le requirió por la extraña muerte de Javier Ángel Micha Nchama, más conocido por ‘Javi’, que “falleció” de forma extraña en casa del ministro de Educación, Lucas Nguema Esono, mientras arreglaba una antena parabólica. Allí murió ‘Javi’, con rapidez lo llevaron al depósito y de allí a la tumba. A la familia se le exigió silencio, nada de autopsias, eso queda para los blancos.

Rajoy tampoco preguntó, ni Obiang le comentó nada, sobre las también extraña muerte del ciudadano Eusebio Elá Abaga, acaecida el pasado 13 de junio en la localidad de Niefang (Bata), cerca de la frontera con Camerún. En un extraño incidente, también murieron cuatro militares guineanos, vecinos de la provincia de Kie Ntem. Al parecer, esas muertes fueron a causa del ataque de un grupo no identificado de hombres armados contra una patrulla militar del Ejército guineano. Pero el pobre Eusebio Elá Abaga, no era militar, simplemente había ido a cazar para solucionar el condumio del día. Sobre la muerte de una mujer que caminaba por el bosque con su hija no tenemos datos exactos.

Y, por supuesto, Mariano Rajoy no le preguntó sobre la carta que el 5 de marzo le envió la empresa CPT (Compañía de Productos Tropicales, en relación con la promesa que el CGPJ de Guinea Ecuatorial hizo al gobierno español de indagar y dar una solución a la reclamación de esa compañía por el expolio que padecieron en Guinea Ecuatorial.

Y, por supuesto, que Rajoy no habrá mencionado eso de «A ver si somos capaces de dar una solución inteligente entre todos», comentario que hace unos meses hizo en el pleno del Congreso de los Diputados acerca de su predisposición a una mayor atención de la política exterior española hacia Guinea Ecuatorial.