Aquilino Tejedo (24/4/2008)

El lamentable estado de la excandidata a la Presidencia colombiana, Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC, reitera su imagen en los telenoticiarios, a la espera de su liberación, mediante el intercambio por miembros de la guerrilla en prisión.

Entretanto, en la Prensa internacional han venido apareciendo antecedentes que explican el tratamiento por Francia como asunto de Estado a partir de ciertas relaciones particulares.

El periodista Jacques Thomet, quien durante cinco años dirigió la oficina en Bogotá de la agencia de noticias France Presse (AFP), ha publicado un libro bajo el título «Ingrid Betancourt ¿historia de amor o razón de Estado?». Según su versión, el exprimer ministro francés, Dominique Marie François René Galouzeau de Villepin había conocido a Ingrid Betancourt cuando ésta cursaba su carrera en el Instituto de Estudios Políticos de París. El político francés, prosigue la narración, mantuvo relaciones sentimentales no sólo con Ingrid sino también con su hermana Astrid. Esta segunda  intimaría más tarde con el exembajador francés en Bogotá, Daniel Parfait.

Tales antecedentes explicarían que, tras el secuestro por las FARC de Ingrid Betancourt, el 23 de febrero de 2002,  Dominique Marie François René Galouzeau de Villepin, en julio de 2003, cuando desempeñaba la cartera de Exteriores, determinó el envío de un avión militar para rescatar a la política colombiana, sin prevenir ni al primer ministro francés, Raffarin, ni al entonces presidente Chirac.

El intento no sólo resultó fallido, sino que complicó el problema y ha perjudicado las relaciones franco-colombianas.