España
Alejandra Durrell (1/9/2013)Alfredo Pérez Rubalcaba
Los políticos españoles y los corifeos de turno no se cansan de decir que son los que menos cobran de la Unión Europea, pero eso no es cierto. Fuera de nuestras fronteras todo es más transparente, allí se sabe al pie de la letra lo que cobra un diputado, senador o alcalde. Pero en nuestra querida España todo es oscuro, impenetrable. Además, si cobran poco nadie les obliga a presentarse a las elecciones y matarse por ir el primero en la lista de turno.

Aquí se sabe oficialmente el sueldo que perciben los políticos, pero luego vienen las dádivas, los complementos, los suplementos, que si tanto por desplazamiento, que si algo más por transporte; que si esto por se vicepresidente, que otro poco por ser presidente de una comisión, etc., etc. Todo sumado al final de mes asciende a mucho, eso además de las ilegales prebendas de las pensiones, desempleo, etc.

Veamos un ejemplo en el jefe de la oposición, el diputado Alfredo Pérez Rubalcaba, que ha visto como su patrimonio se ha multiplicado por seis desde 2003 a 2011. Aumento que él atribuye a herencias familiares. En 2003 su patrimonio era de 178.585 euros, pero en 2011 ascendió a 1.048.428.

No son invenciones, esos datos aparecen en la documentación que Rubalcaba aportó públicamente y que aparecen en la página de Internet del PSOE. Rubalcaba prometió hacer públicos esos datos hace seis meses, pero al fin aparecen en la mencionada página.

Analicemos los datos. Según Rubalcaba su patrimonio era de 178.585 euros en 2003, pero, ¡que suerte!, en ocho años pasó a 1.048.428 de euros, etapa en la que ocupó los cargos de Portavoz del grupo Socialista, Ministro de Interior y Vicepresidente Primero del Gobierno.

De acuerdo con la Declaración de Bienes y Rentas del Congreso de los Diputados, a diciembre de 2911, tiene un piso en Madrid de unos 140 metros cuadrados que el Catastro valora en 215.225 euros; cuentas y depósitos bancarios por valor de 171.185 euros y participaciones en fondos de inversión por 397.653 euros, además de algunas pequeñas cantidades en acciones.

Pero la herencia familiar lo justifica todo. Hubo el diputado del PP, Felipe Camisón, que acusó a Pérez Rubalcaba de que la empresa de su padre, o de la familia, ´Papelería Ibérica´, se había beneficiado –especialmente de suministrar material a Renfe- debido al cargo que él ocupaba.

La historia comenzó muchos años atrás, cuando el padre de Alfredo Pérez Rubalcaba se sumó a las tropas de Franco participando en algunas campañas militares contra los “rojos”, obteniendo condecoraciones por su arrojo y valor. Parece ser que llegó a ser brigada del Ejército del Aire y después pasó a Aviaco y más tarde a Iberia, donde alcanzo el puesto de Oficial Técnico de Vuelo. Tras su jubilación montó un negocio de papelería en el centro de Madrid que le fue bastante bien.