Miguel Blesa, ex presidente de Caja Madrid, y la maldición del osoEspaña
Alejandra Durrell (10/12/2013)
“Si Blesa, ex presidente de Caja Madrid, hubiera sido tan certero como banquero como con el rifle, la entidad no habría necesitado 22.424 millones de euros”, así comienza un reportaje, titulado “El cazador de Caja Madrid”, de Javier Castro-Villacañas, publicado ayer domingo en el diario ´El Mundo´. Es la “historia del inspector de Hacienda que iba en moto a hacer la declaración a Aznar y acabó viviendo como un nuevo rico sin vergüenza”, subtitula el autor.

“De todas las cacerías en las que participó Miguel Blesa a lo largo de su vida, una recobra hoy todo su significado. Tuvo lugar el 8 de septiembre de 2009 en Rumanía y se llevó por delante a un ejemplar de oso pardo común de unos 400 kilos de peso. El abatimiento se realizó en plena cordillera de los Cárpatos. Las tarifas que se pagaban entonces por cada pieza de oso rumano oscilaban entre los 15.000 y los 23.000 euros. Rumanía sigue sin permitir más de 300 licencias al año. Es un negocio vedado para los más ricos de los ricos europeos”, dice Castro-Villacañas. Otro cazador, experto en osos y elefantes –lo digo yo- es el rey de España.

Las cacerías de Miguel Blesa no sólo consistían en matar animales salvajes y las consabidas tertulias nocturnas copa en mano y bien acompañado –también lo digo yo-, sino en “trifulcas empresariales” pisando la moqueta de los salones del “poder político madrileño”. El “pilarista” compañero de pupitre de José María Aznar “aspiraba a un tercer mandato al frente de la caja”.

Pero la operación de continuar en el machito, haciendo y deshaciendo en Caja Madrid, no pudo ser. Las esperanzas de Blesa y el alcalde de la capital de España, Alberto Ruiz-Gallardón, chocaron con los intereses de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Rajoy intermedió y colocó a Rodrigo de Rato y Figaredo, como así figuraba en sus tarjetas de visita.

Castro-Villacañas dice en su reportaje “que la cacería del oso en otoño de 2009, le trajo mala suerte. “Cuatro meses después dejó Caja Madrid”. Blesa mató a osos, búfalos, leopardos, pumas, leones, ciervos… “Donde ponía el ojo Miguel Blesa, ponía la bala”. El autor del texto asegura que el ex presidente de Caja Madrid tenía éxito en lo cinegético pero no en los negocios, donde “no tenía tanta puntería”. Por el contrario, yo creo que sí, al menos en lo que a él se refiere. Jamás en la vida pensó llegar a tanto y esa ambición desmedida le llevará tarde o temprano a la ruina, la moral ya la ha conseguido.

Por lo que se refiere a la gestión en Caja Madrid, la presidencia de Blesa al frente de la entidad, desde 1996 a enero de 2010 “ha quedado como una de las más desastrosas gestiones del sistema financiero español. Así lo demuestra el óbito definitivo de la caja madrileña, que contaba con más de 300 años de historia”. La gestión de Blesa ha supuesto que el Estado (todos los españoles) haya “inyectado” 22.424 millones de euros, sin que nadie haya tenido que responder ante la Justicia.

Castro-Villacañas relata de forma pormenorizada el “equipazo” armamentístico (muy costoso) que compró para cazar animales salvajes. Su relación con el mundo de las armas y municiones le posibilitó recibir algunos regalos para mejor pertrecharle en sus orgías de sangre.

Relata el periodista algunos de los trofeos conseguidos por Blesa, dos cabezas de búfalos en un safari en Argentina; un león y un bisonte gris en Tanzania.

Los tribunales investigan –dice el autor- “si además de negligencia, pudo existir alguna conducta delictiva por parte del impetuoso cazador linarense. Si el presidente de Caja Madrid hubiera sido tan certero como banquero como con el rifle que le regalaron, la entidad no habría necesitado 22.424 millones para salvarse de la quiebra”. En el texto se hace referencia a la posi

Miguel Blesa con los cuernos abatidos
Miguel Blesa con los cuernos abatidos

ble vinculación de Blesa con “operaciones de venta de armamento”.

La compra-venta del banco de Miami, “ese que con tanto ahínco siguió el juez (Elpidio Silva), parece hoy aún más alargado”, sin obviar su intermediación en la venta de material de aviación (militar y civil) a Cuba, Siria, Venezuela y Argelia, entre otros. El digital infolibre ha publicado la pasada semana la supuesta intermediación del ex presidente José María Aznar “en la venta de equipos de ingeniería aeroespacial de EINSA en Argelia, Libia y Venezuela. En estos negocios participaría también un hermano de Alejandro Agag, yerno de Aznar”. La longa mano del ex presidente se hace notar en muchos asuntos. Hay que recordar que Miguel Blesa fue consejero de la empresa EINSA desde 1991 hasta 1997.

El autor analiza la politización de las cajas y, en el caso de Caja Madrid, se adentra en los vericuetos del apoyo de UGT, CC. OO., e IU a la elección de Miguel Blesa.

Castro-Villacañas finaliza su reportaje preguntándose si todos los lujos del ex presidente de Caja Madrid los pagaba él, en referencia a la lujosa mansión de Miami, la adquisición de un lujoso BMW blindado que le “resultaba incómodo”, según mencionó en su comparecencia en el Congreso de los Diputados.

Miguel Blesa es el arquetipo de los nuevos millonarios a costa de quebrar el bienestar de los españoles. Ya ha pisado la prisión, aunque sólo por 24 horas, pero no se descarta que vuelva…