Para entender la presión europea de «alta intensidad» sobre Argel

Internacional
Espacios Europeos (25/3/2022)
¿Es el espectacular giro de España sobre la cuestión saharaui, así como las actuales maniobras militares franco-marroquíes (que terminarán hoy 25 de marzo), una forma de presión sesgada sobre Argelia?

Para Europa, se ha tomado la decisión de prescindir del gas ruso antes de finales de 2022, porque por el momento la decisión es casi imposible de aplicar en un contexto de guerra cuyo resultado nadie puede predecir; y en esta perspectiva de emancipación de la tutela del gas y el petróleo rusos, la OTAN empuja a Europa hacia esta oportunidad: gas argelino de calidad, proximidad, por tanto, coste reducido, etc.

Pero para los europeos (hay que leer las revistas especializadas para darse cuenta) los vínculos argelino-rusos suscitan ciertas aprensiones. Empezando por las reticencias argelinas. Entonces, ¿cómo se puede obligar a Argel a aceptar? Simplemente creando activos que antes no existían. Por ejemplo, blandiendo la ilusión de otros proveedores para Europa, o blandiendo el espantajo de la cuestión saharaui, considerada como una de las constantes de la política exterior argelina.

Para los estrategas europeos, el conflicto entre Europa y Rusia no es exclusivamente militar, “sino también de gas”. En medio de esta “guerra del gas”, la OTAN cuenta con Argelia para arbitrar una batalla energética que no dice su nombre. “El recuerdo de la colonización francesa, la crisis migratoria, el Sáhara Occidental, Malí, Libia y el terrorismo en el Sahel… Muchos temas están en el centro de las discusiones entre Argelia y Europa. Pero, por el momento, es el gas el que está en el centro del debate.

Los estudios realizados en Europa son claros: desde 2007, la alianza de gas argelino-rusa, firmada entre Sonatrach y Gazprom, ha suministrado a Europa más del 27% de su gas. Argelia también posee ocho plantas de regasificación de su gas natural licuado (GNL), situadas en España y Portugal. Más al norte, Moscú controla el 33% del gas natural de Europa a través de los gasoductos que pasan por Ucrania. Está claro que lo preocupante es el virtual monopolio de Argelia y Rusia en el sector del gas natural en Europa. “No en vano, conocemos la amistad histórica que une a los dos Estados”, dicen los estudios europeos.

Si el cambio de rumbo de España también se ve desde esta perspectiva, puede ser válido. Sin embargo, y a pesar de todas las actividades clandestinas, Argelia tiene una buena oportunidad, y puede, mediante esfuerzos de concentración estratégica, salir el gran ganador de este pulso OTAN-Rusia a través de los europeos.

Fuente: Western Sahara News.