¡A ver si lees algo, aunque sea de vez en cuando!

España
A.L. Martín (13/1/2024)
Es alarmante lo que sucede. Me refiero a los problemas de percepción, por llamarlo de alguna manera y porque debe tratarse de muchos factores psicológicos y sociales deintrincada interrelación, que padece la población española. Una gran mayoría sabe leer; los tiempos de la alpargata, el hambre, la emigración y el analfabetismo parecen haber desaparecido. Pero, parece como si la sombra del pasado no se hubiera disipado y aún permaneciera flotando en el ambiente, amenazadora y haciéndose presente, a través de celulares, ordenadores y programas televisivos donde reina la basura y la burda manipulación.

Pareciera que un resorte opera en los cerebros, de forma permanente: y no es racional pensar que sea espontáneo sino planificado. Es la alergia o aversión por la lectura, aunque ésta no exceda de diez renglones. Como si las letras y palabras fueran el ajo y el crucifijo que espantan a los vampiros.

Huyen de ello, escapan, se conforman y quedan tranquilos, sentados ante el televisor con el busto parlante o los bien recompensados comparsas que dicen lo que conviene decir.

Teatro bien compuesto con sus figurantes actuando.

Opera, el instinto de manada, la necesidad de seguridad que da la pertenencia a algo: equipo, partido político, religión….

Se escucha lo que se desea escuchar y luego se repite una y otra vez, haciendo creer y creyendo que son suyas las ideas: el hamster en su rueda o el loro en su jaula.

Es lo que está ocurriendo con la modificación del cobro de subsidio por desempleo:

Las personas mayores de 52 años, perceptoras del subsidio, cotizaban el 125% de la base mínima. Está cotización, con la nueva disposición pasará a ser del 115% en 2025, del 110% en 2026, del 100% en 2028.

Se trata de un evidente recorte en las pensiones que afectará a miles de trabajadores.

Verán reducida su pensión de forma importante.

El “gobierno progresista” sigue las instrucciones de Bruselas; lo hace de forma sibilina, en la confianza de una población alérgica a leer el documento.

Incluso, a reaccionar negando la evidencia, porque hay que creer lo que se le dice.

La tentación de leer el papel, el documento, que está a su disposición en las redes, no pasa por las mentes ni por un minuto, ni por un segundo.