Los sobres de BarcenasEspaña
Alejandra Durrell (21/1/2015)
La verdad es que me equivoque. Yo pensaba que Luís Bárcenas Gutiérrez saldría de la cárcel mucho antes. Pero ya se sabe el que tiene boca se equivoca. Y Bárcenas si reúne –no lo duden lo va a conseguir- los 200.000 euros de fianza, verá la luz y gozará del aíre contaminado de Madrid. La pasta la pondrán, como suele ser habitual en estos casos, sus familiares y amigos. Ya se sabe. 

La Audiencia Nacional ha dictado hoy martes la “libertad provisional” del ex tesorero y ex senador del Partido Popular. Bárcenas llevaba en la cárcel desde (prisión incondicional) desde el mes de junio de 2013.

Hasta ahora, tanto el juez instructor, Pablo Ruz, como la Sala de lo Penal venían rechazando dejarle en libertad alegando el riesgo de fuga y “el peligro de destrucción de pruebas para la investigación”.

En todo este tiempo, tanto el PP como la familia de Bárcenas han tenido tiempo de sobra para destruir lo que quisiera, para llegar a acuerdos y para lo que sea. ¡Faltaría más!

A partir de ahora, si es que no se va de vacaciones a Salta (Argentina), se le podrá ver todos los lunes, miércoles y viernes en el Juzgado número 5.

Su último abogado, Javier Gómez de Liaño, decidió renunciar a su defensa al “haber perdido la confianza” en él. El juez Ruz dio a Bárcenas un plazo de tres días para conseguir otro abogado y de no hacerlo se le “nombraría uno de oficio”, dice en su exhorto el juzgado. Gómez de Liaño ha alegado, como pretexto, que su renuncia se debe a la entrevista que el ex tesorero concedió al diario ABC sin su conocimiento.

Lo que me resulta curioso es que a los pocos días de conocerse que la Fiscalía Anticorrupción pedía 42 años y medio para el ex tesorero del PP por varios delitos relacionados con la trama de corrupción Gürtel, se le ponga de patitas en la calle. La Fiscalía pidió penas de prisión para otros 41 imputados en la misma trama por los “hechos de la primera época” de Gürtel (1999 a 2005).

Verdaderamente me siento indignada, pero por otro lado pienso que si Bárcenas estaba en la cárcel también allí –en Soto del Real o donde fuere- deberían encontrase Iñaki Urdangarin –y quizás la Infanta Cristina-, la familia Pujol-Ferrusola, y otro muchos.

Y una penúltima reflexión, ¿no se han percatado nuestros sesudos periodistas que Bárcenas nunca, jamás, tampoco, ha acusado de nada a José María Aznar?