Europa
Espacios Europeos (16/11/2018)
El digital Euronews recoge el protocolo sobre Gibraltar que ha negociado la UE con el Reino Unido para llevar a cabo el Brexit, que sienta las bases de una cooperación “desconocida hasta  la fecha”. Eso significa, ni más ni menos, en roman paladino, que el Gobierno de España no ha tratado ni tan siquiera de mantener la más mínima dignidad.

En los seis artículos de ese protocolo se abordan los “derechos de los ciudadanos y por ende de los derechos de los 8.000 españoles que trabajan en el Peñón”, pero sobre todo se mantiene el actual estatus, o lo que es lo mismo, el Peñón seguirá en las mismas manos.

En el protocolo se tratan asuntos, más o menos baladíes, como es el de “combatir el contrabando de tabaco, que al ser más barato en Gibraltar es fuente de una intensa actividad ilegal” o de “cómo proteger la pesca y el medioambiente”.

Según la misma fuente, el tema más “delicado”  ha sido el de la fiscalidad, y es que no son pocas las empresas españolas declaran sus impuestos en el Peñón. Y lo hacen para pagar menos impuestos, nada de patriotismo ni de velar por el salario de sus empleados.

En los seis artículos del protocolo, queda claro que prima la filosofía de un “sistema reforzado de cooperación administrativa». Asimismo, se ha previsto la creación de tres comités hispano-británicos que “trabajarán en estos ámbitos, así como de un comité especial que abordará las posibles discrepancias”, que nos recuerda, y mucho, al nefasto Foro de Diálogo que durante el gobierno de Zapatero se creó, y cuyo artífice fue el Ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos, ahora dedicado a sus labores como lobista.

Ahora ha sido el ministro Josep Borrell y su jefe, Pedro Sánchez, los que se han mostrado más que sumisos. En las conversaciones sobre Gibraltar, España no ha defendido la devolución de la colonia ni tan siquiera la formación de un gobierno conjunto. Y es que, no hay que olvidarlo tampoco, el Peñón oculta una importante base de submarinos nucleares de la OTAN, y allí mismo se reparan esos sumergibles cuando se averían. Un peligro, por cierto, para la población de la zona, especialmente cuando han llegado con escapes de radioactividad.