Bahia de AlgecirasMi  Columna
Eugenio Pordomingo (3/9/2013)
¿De qué escribo? Me puse a pensar… De Siria; del ´caso Bárcenas´; de los EREs de Andalucía; de la profesora Carme Chacón, aupada por la extrema derecha cubana a la Universidad de Miami Dade College donde impartirá Derecho Público Comparado. ¡Venga Dios y nos coja confesados! Como pensar mucho desgasta, me dije “pues voy a juntar letras sobre Gibraltar para que lo que resulte se parezca a un artículo”.

El problema que tiene escribir sobre Gibraltar, el aborto, el matrimonio entre homosexuales, la inmigración, la guerra civil (de cualquier país), es que hay que andar con sumo cuidado como Indiana Jones cuando camina entre venenosas serpientes. A menos que te descuides te ponen de “chupa de domine” o te endilgan el cartelito de “facha”, “rojo”, “anarquista” o epítetos similares, aunque el que tilda así sea un descerebrado de encefalograma plano, que hay muchos, más de los que nos creemos.

No es cierto que el conflicto de Gibraltar lo haya “sacado” el gobierno de Rajoy para tratar de tapar el ´caso Bárcenas´; que le ha venido bien, es cierto, aunque de poco le va a servir. Las hemerotecas nos informan que el ministro de Exteriores García-Margallo, nada más ser nombrado le espetó a su homólogo William Hague eso de “¡Gibraltar Español!”. Y ahí empezó de nuevo, otra vez, la reclamación –por decir algo- de la soberanía de la Roca.

Vecinos del peñón, ecologistas y la Guardia Civil denunciaron que las ¿autoridades? de Gibraltar estaban tirando enormes bloques de cemento al mar. No mucho antes, casi a diario, los barcos de la Royal Navy y las patrulleras policiales de Gibraltar acosaban a los barcos de pesca españoles y también a las lanchas de la Guardia Civil. El gobierno de Zapatero y el Ejército español hicieron “mutis por el foro” no fuesen a enfadarse los verdaderos dueños de Gibraltar.

Pasemos por alto las conversaciones entre los ministros de Exteriores español y británico y las de David Cameron y David Cameron. Ya se sabe, diplomacia y uso del poder político. Y España pesa poco, ahora no damos la talla.

España ha sido sumamente tolerante en la etapa de Zapatero con los cientos de camiones de escombros que las autoridades gibraltareñas han tirado en la Bahía de Algeciras con el objetivo de ganar terreno a las aguas y a España. También ha sido muy permisiva con los barcos británicos o de otras nacionalidades que actúan como gasolineras flotantes en esa zona, denominada Zona de Especial Protección (ZEC). España ha sido muy flexible con las constantes violaciones del espacio aéreo español, y sumisa con la presencia de submarinos nucleares para ser reparados, con el consiguiente peligro de escapes radioactivos, que los hubo. ¿Por qué Moratinos-Zapatero no exigieron que fueran a Escocia, según el protocolo atlantista?

Tras los controles en la verja, el Reino Unido nos ha mandado a parte de su flota con la intención de amedrentarnos. ¡Que miedo! Y el gobierno español, de nuevo sumiso –en este caso Rajoy– se suma al paripé de que esos barcos acudían a unas maniobras programadas, y no se le s ocurre más que mandar al patrullero ‘Centinela’ para que se una a la Armada inglesa. ¡Bobos!

La flota británica atracó en la base de Rota –que es todo menos conjunta-, donde se encuentra la Barrera Antimisiles de Estados Unidos, a la que poco antes de dejar la presidencia del gobierno, consintió el sumiso Zapatero sin consultar con el Congreso de los Diputados, donde dicen que reside la soberanía popular.

En la etapa de gobierno de Zapatero se institucionalizó un Foro de Diálogo en el que se integraban con el mismo rango España, Reino Unido y Gibraltar. Después vino lo del Protocolo de Entendimiento con Gibraltar, con el beneplácito de AENA que al parecer nunca se llevó a efecto. Y así un largo etcétera. Genuflexión y bajada de la cerviz.

Gibraltar, para que lo sepan ustedes, figura en la lista de la ONU de territorios dependientes, no autónomos, y a la espera de ser descolonizados. La Resolución 2353 de la ONU obliga a ello. Que tampoco se nos olvide que su estatus en la Unión Europea, tanto el Peñón como la franja del istmo ocupada por el Reino Unido, es de “territorio externo” de la Unión Europea. Tampoco pertenece al Espacio Schengen.

La actitud de casi todos los gobiernos españoles ha sido de sumisión ante el Reino Unido, me refiero a los surgidos tras el llamado “régimen del 78”.

Lo de España es de risa. Tenemos una colonia en nuestro territorio y resulta que recibe el agua, la electricidad, la telefonía y hasta la Sanidad del país al que le ha usurpado un trozo de tierra.

España pierde al año mucho dinero con la colonia inglesa de Gibraltar. Le tratamos como un país vecino o una autonomía y no como lo que es, una colonia. Gibraltar es un paraíso fiscal donde llegan fondos inconfesados. Gibraltar es una zona de contrabando de tabaco, de armas, de narcotráfico y de otras muchas cosas. El 93% del tabaco que compra Gibraltar se vende de contrabando en España, en consecuencia la Hacienda española deja de ingresar mucho dinero y los estancos también. Más de 7.000 habitantes gibraltareños de los 29.000 que tiene Gibraltar, residen en España.

Por no alargarme, Gibraltar nunca será de España si Estados Unidos no lo quiere, y parece que no está en sus objetivos que sea así. Desde la base militar de Gibraltar los USA controlan a través de la Red Echelon –sofisticado sistema de espionaje- a Europa para defender al Imperio Anglosajón: USA, Gran Bretaña, Canadá, Nueva Zelanda y Australia.

Gibraltar no es de los llanitos, ni el orondo Fabián Picardo manda lo más mínimo. Estados Unidos, Reino Unido y determinadas corporaciones financieras son los verdaderos amos.