Teodoro Nguema Obiang, vicepresidente de Guinea Ecuatorial,

Mi Columna
Eugenio Pordomingo (23/7/2021)
Los procesos judiciales pendientes en varios países europeos, la posición del Reino Unido, de la que más abajo doy cuenta, las dificultades para que su hijo Teodoro Nguema Obiang, Teodorín, ser aceptado entre gran parte del entorno familiar, han decidió al dictador guineano Teodoro Obiang Nguema, a buscar un aliado fuerte, con capacidad de gestión. Y qué mejor que Israel, país que ya conoce Guinea Ecuatorial, que presta servicios de seguridad, que provisiona de material de guerra al Ejército y que además es el aliado más importante de USA.

Dicho y hecho. Con el pretexto de cumplir con el compromiso contraído por el vicepresidente guineano con el ex primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de trasladar la embajada de Guinea Ecuatorial de Tel Aviv a Jerusalén, la semana pasada Teodoro Nguema Obiang viajó a Israel donde mantuvo un encuentro con Naftali Benet, actual presidente.

A pesar del precipitado compromiso del vicepresidente guineano de llevar a cabo el traslado de la sede diplomática, la decisión puede ser firme de palabra, pero dificultosa de cumplir. El tiempo lo dirá. Las razones son obvias, si se analiza el conflicto del pueblo Palestino con Israel. Hasta ahora han acompañado a Estados Unidos en ese cambio, Guatemala, Honduras, Paragua, Costa Rica y El Salvador. 

Durante su estancia en Israel, el vicepresidente guineano visitó el Museo del Holocausto en Jerusalén, además de firmar acuerdos de cooperación, sobre todo en materia de defensa y seguridad. Parece que la economía en general y la sanidad en particular interesan al gobierno israelí.

Visitar a los siete ciudadanos guineanos que se encuentran hospitalizados en Israel, que resultaron heridos a causa de las en las explosiones en Bata el 7M, fue un gesto hacia los suyos; sin embargo la mayoría de las víctimas siguen sin recibir las ayudas prometidas.

Lo que le ocupó más tiempo a Nguema Obiang fue mantener contactos con directivos de empresas de Seguridad. Quizás le hubiera resultado más conveniente ocupar su tiempo en liberar a los presos políticos y de conciencia, y planificar encuentros con la oposición en la diáspora de cara a un futuro inminente del que no podrá evadirse.

No hay duda que a Nguema Obiang le preocupa enormemente su seguridad personal, prueba evidente de ello es que la primera línea de sus “guardaespaldas” la ocupan expertos israelitas, que habitualmente portan voluminosas metralletas. Eso sí, últimamente son más discretos en la “exhibición” de ese material bélico.

Nada más regresar de su visita a Israel, el Vicepresidente Teodoro Nguema Obiang Mangue dedicó algunas horas de su “jornada laboral” –como lo califica la página de internet del PDGE- a supervisar, por si acaso, el estado de los cuarteles militares en Malabo.

Esa visita, como otras realizadas tras las explosiones de marzo, lo es para evitar la “repetición de incidentes como la catástrofe del 7M en Bata”. Pero no es cierto, como bien sabe Teodorín, su padre y su madre.  Los culpables están libres, saboreando la miel del poder y encima culpan a otros.   Lo que llama la atención es que esas visitas de inspección militar tienen otro objetivo que, de alguna forma, marca y define la situación del país, en este caso, del Ejército. Y es que esas inspecciones, como otras, se hacen “con el propósito de conocer el número total de efectivos que componen cada unidad, los desertores y los enfermos.

¡Dios nos coja confesados! O sea, que si no se hacen esas visitas, los responsables y mandos del Ejército, desconocen el número total de efectivos militares, de los desertores y de enfermos. ¡Vamos, ni el ejército de Pancho Villa!

Otra explicación que se da para justificar   esas visitas es la de preparar a las Fuerzas Armadas para que “puedan responder eficazmente ante cualquier amenaza que atente contra la integridad nacional”.

Y es que el verdadero puntal de la seguridad nacional –la seguridad de los que mandan- lo constituyen una serie de personajes, que se dedican como buitres carroñeros a secuestrar, torturar y, posteriormente, condenar a penas de cárcel centenarias en lóbregas y subterráneas mazmorras. Es el caso de los cuatro militantes del MLGEIIIR (Movimiento para la Liberación de Guinea Ecuatorial III República), secuestrados en Sudán del Sur en noviembre de 2019. En esa situación, la alimentación es pésima, la asistencia médica peor y la luz del Sol brilla por su ausencia. ¿Alguien puede imaginarse cómo son los días, las semanas, los meses y loa años de esas víctimas?

Monarquía nada democrática en Guinea Ecuatorial: Teodorín hereda el reino de su padre, Teodoro Obiang Nguema.

El Acuerdo de Cotonú, la inseguridad jurídica, los “bienes mal adquiridos” y los secuestros de opositores  Las relaciones entre la UE y Guinea Ecuatorial no pasan por su mejor momento. Ese deterioro viene de lejos. Desde el golpe militar que lideró  Obiang Nguema contra el presidente electo, Francisco Macías, que además era su tío, las relaciones entre España y Guinea Ecuatorial han estado sometidas a continuos vaivenes, marcados por la falta de transparencia en las relaciones políticas y comerciales, los continuos chantajes del dictador y, por supuesto, la corrupción. En el libro La Urdimbre, el abogado José Luis Jones Dougan, nos dejó buena muestra de todo eso.

Las relaciones de la Unión Europea con Guinea Ecuatorial comienzan a deteriorarse, lenta pero inexorablemente, tras la entrada en vigor del Acuerdo de Cotonú (Benín), por el que los países firmantes se comprometen a un intercambio comercial y de asistencia entre la Unión Europea y los 78 miembros asociados de la ACP (Estados de África, del Caribe y del Pacífico).

Algunos de los objetivos de ese acuerdo son la reducción y, en el futuro, la erradicación de la pobreza y la buena gobernanza de los países ACP. Fue a partir del 29 de febrero de 2020 cuando expira Cotonú y se da paso a un nuevo marco en las relaciones ACP-UE, cuando el deterioro es más patente y la relación entre la UE y Guinea Ecuatorial se vuelve más dificultosa. Y es que el régimen de Guinea Ecuatorial no acaba de cumplir las reglas comerciales, sociales y políticas establecidas. La inseguridad jurídica de las inversiones, contrataciones públicas y otros aspectos son “papel mojado” para el dictador Teodoro Obiang Nguema.

En la UE –sobre todo en España- y en todos los organismos internacionales se sabe de los métodos empleados por la dictadura guineana –falta de libertades, encarcelamientos extrajudiciales, secuestros, torturas, expolios de empresas, etc.-, pero se transige y tolera, con cierta complicidad. Un ejemplo lo tenemos en las delegaciones de diputados españoles (Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados) que viajaban a Guinea Ecuatorial, y que a su regreso afirman haber “constatado”  las “mejoras” en el terreno de los derechos humanos. Para más inri apostillan que esa “constatación” está  “confirmada por Cruz Roja”. Así lo manifestó a Europa Press la portavoz socialista en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Mª Rosario Fátima Aburto Baelga, en junio de 2007 durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Francisco Ricomá de Castellarnauo (PP, portavoz adjunto), Rosa Delia Blanco Terán (PSOE, presidenta de la Comisión de Cooperación Internacional), Josep Antoni Duran i Lleida (CiU, portavoz y Presidente de la Comisión de Exteriores), Jordi Xuclá i Costa (CiU) y Begoña Lasagabaster Olazábal (Eusko Alkantasuna, portavoz), fueron de la misma opinión. Hubo más delegaciones del Congreso de los Diputados, pero la música fue la misma.

Años más tarde, cuando ya no ocupaban cargo alguno en el gobierno, vimos a Miguel Ángel Moratinos, José Bono y José Luis Rodríguez Zapatero, darse abrazos y achuchones con el dictador guineano.

Los escándalos provocados por Teodoro Nguema Obiang, contribuyen a malograr aún más la maltrecha relación entre la UE y su país.  Una muestra: los  procesos judiciales en Francia, abiertos contra Teodoro Nguema Obiang, Teodorín, por “bienes mal adquiridos”, y la condena a tres años de cárcel (en suspensión) que le impuso el Tribunal de Apelación de París.

En esta crisis no hay que obviar las órdenes de detención cursadas por la Audiencia Nacional de España contra Cándido Nsue Okomo, que actualmente vive refugiado en Dubai. Este personaje es hermano de la primera dama Constancia Mangue Nsue Obiang, parentesco con el que consiguió durante muchos años ser el presidente de la empresa GEPETROL. De ahí le viene su riqueza.

La justicia española pretendía interrogar a Okomo en el marco de un caso relacionado con el ex comisario de la Policía Nacional, José Manuel Villarejo. La trama que investiga el juez Manuel García Castellón, se ocupa del pago a Villarejo de millones de euros que supuestamente le entregó Okomo.

La orden de detención contra Cándido Nsue Okomo tuvo algunas repercusiones diplomáticas entre España y Guinea Ecuatorial. El ministro de Asuntos Exteriores de Guinea Ecuatorial convocó al entonces embajador español en Malabo, Alfonso Barnuevo.

En España, por desgracia, esos asuntos suelen ir lentos. Muy lentos. Y es que en esa trama de corrupción hay más implicados. La relación del excomisario Villarejo con Guinea Ecuatorial viene de más lejos, de cuando el entonces presidente Felipe González destino importantes fondos para ayudar a la oposición guineana afincada en España.

Por si esto fuera poco, la BBC nos pone al tanto de las últimas noticias sobre las medidas anticorrupción que el Reino Unido está aplicando. El secretario de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, ha manifestado recientemente que las nuevas sanciones están dirigidas a «personas que se han llenado los bolsillos a expensas de sus ciudadanos«. Y menciona las compras hechas por el vicepresidente Nguema Obiang, de mansiones y coches de lujo, además de la adquisición en una subasta de un guante usado del cantante Michael Jackson, por valor de 275,000 dólares: «La corrupción agota la riqueza de las naciones más pobres, mantiene a su gente atrapada en la pobreza y envenena el pozo de la democracia«, dijo Raab.

Eugenio Pordomingo y Martín Obiang. en un programa de la Tertulia Espacios Europeos.

En consecuencia, el Reino Unido va a proceder a sancionar a las personas que estén involucradas en corrupción, anunciando que se van a imponer sanciones como es la congelación de activos y la prohibición de viajar para evitar que las personas nombradas (citó a Zimbabwe, Irak y Venezuela) canalicen dinero a través de bancos del Reino Unido o lo ingresen al país.

Según la misma fuente, Teodoro Nguema Obiang ha gastado más de 500 millones de dólares desde que fue nombrado ministro, en coches y motocicletas de lujo, yates, avión, mansiones, etc.

A pesar de los poderosos lobistas que apoyan al régimen de Guinea Ecuatorial –no excluyo a gobiernos-, lo cierto es que la evidencia de lo que acontece, a pesar de que se trate de ocultar, sale a la luz cada vez con más fuerza. De hecho, solo Francia y España mantienen su representación diplomática en Malabo. España, por intereses ocultos, y Francia porque pretende que Guinea Ecuatorial se sume a la francofonía.

El régimen guineano está comenzando a vivir una soledad sin retorno.


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