Siria 5Internacional
Alejandra Durrell (31/8/2015)
El camión en el que fueron encontrados más de 72 cadáveres, fallecidos a causa de asfixia, estaba a cargo de dos ciudadanos búlgaros y uno de nacionalidad húngara, aunque al parecer de origen afgano. Esos muertos, así como decenas de miles de el mar, son parte de otros miles que son víctimas de las guerras y del desesperado intento de llegar a Europa. Entre los muertos hay varias mujeres y niños.

En Austria la policía encontró esos 72 cadáveres que viajaban enjaulados, sin espacio posible ni para poder respirar, que fueron cruelmente abandonados en la carretera cerca de la frontera con Eslovaquia y Hungría.

Cuando la policía descubrió el macabro cementeri o, el olor era tan nauseabundo que tuvieron que poner en marcha el equipo de refrigeración del camión para poder entrar horas después.

Poco después se conocía la noticia de  que en Libia, frente a la ciudad de Zuwara,  habían sido encontrados centenares de víctimas –más de 200, según la guardia costera de ese país–, a consecuencia del naufragio de dos embarcaciones.

Por otro lado, anoche atracó en el puerto de Palermo (Sicilia) una nave sueca que traía los cadáveres de 52 inmigrantes que habían muerto en la estiba de la barcaza que los llevaba hacia Sicilia. También se encontraban a bordo 571 inmigrantes rescatados en el Canal de Sicilia, entre ellos había 67 menores y 54 mujeres.

Por si fuera poco, también en Austria, la policía ha encontrado un pequeño camión frigorífico  cerca de la , frontera con Alemania,, con permiso de circulación español, conducido por un ciudadano rumano, que transportaba a 26 refugiados, entre ellos tres niños que mostraban síntomas de asfixia y deshidratación.

Hay que lamentar, pero también denunciar, el trato que las autoridades de Macedonia, Hungría, Croacia (que ha dicho que sólo admitirá a cristianos) y otros países europeos del Este, dan a esos inmigrantes.

El caso más lamentable de comportamiento es el del gobierno de Hungría que, además de poner vallas de alambre en su frontera de casi 180 kilómetros con Serbia, pretende sacar una ley que castigue con cárcel a los inmigrantes ilegales.

No es menos criticable las declaraciones del presidente Hollande y su ministro Manuel Valls, criticando la actitud de algunos países europeos –en referencia a Macedonia y Hungría-, cuando Francia, por ejemplo, ha sido uno de los países causantes de esa ola de muertes y de desplazamientos obligatorios e inhumanos.

La destrucción de Irak, Libia, Siria y Yemen –por no hacer la lista muy larga- está en el origen de la actual situación que padecen cientos de miles de ciudadanos de esos países. Centenares de muertes se producem a diario –muchos de ellos son niños- mientras los dirigentes europeos se aprestan a reunirse el 15 de septiembre y a primeros de octubre.

¿Qué hacen entretanto, ACNUR, la ONU y otras instituciones internacionales?