UNASUR. Foto de ARGNOTICIAS
UNASUR. Foto de ARGNOTICIAS

Venezuela (Hispanoamérica)
espacioseuropeos (14/3/2015)
Con carácter de urgencia Ecuador  convocó la reunión de UNASUR para analizar y apoyar a Venezuela tras la declaración de “emergencia nacional” decretada por la Casa Blanca.

Pero la reunión convocada tropezó con algunos imprevistos. El presidente uruguayo,

Rodolfo Nin Novoa, por ejemplo, ha dado plantón a los periodistas que habían sido convocados al efecto para tratar sobre la fecha de la asamblea de UNASUR.  No obstante, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, convocó definitivamente para el 14 de marzo en Quito. El asunto a tratar era único: analizar las medidas anunciadas y tomadas por la Administración Obama contra Venezuela.

La reunión de UNASUR se iba a celebrar en Montevideo, ya que Uruguay ejerce la presidencia de esa institución, pero el pasado miércoles fue cancelada debido a “problemas de agenda”, según la presidencia uruguaya. En consecuencia se acordó celebrar la reunión en Quito, capital de Ecuador, donde UNASUR tiene su secretaria general.

Nadie duda que las presiones de la Casa Blanca han sido decisivas para que Uruguay aludiera a problemas de su agenda para realizarla en Montevideo.

La reunión había sido anunciada con carácter de urgencia por el Presidente de Ecuador, Rafael Correa, nada más conocerse el anuncio de la Casa Blanca de “emergencia nacional” debida al “riesgo extraordinario” que, supuestamente, supone la situación actual de Venezuela para la seguridad de EEUU. Para Correa tal medida es un intento de aislar a Venezuela de la región y un intento de boicotear al presidente Nicolás Maduro tras los intentos fallidos de la oposición de hacerse con el poder.

Para Correa el gobierno de EEUU,  siempre se ha caracterizado por entrometerse en los asuntos de los países de todo el mundo, y en el caso de Venezuela ha “mantenido una política hostil desde que el presidente Hugo Chávez llegó al poder para establecer la revolución socialista que actualmente es liderada por Maduro”.  

José Mujica, ex presidente de Uruguay,  señaló que no necesitaba pruebas respecto de si Estados Unidos interviene en la política interna en Venezuela o en otros países: “Conozco a Maduro y a Sendic (Presidente de Uruguay), y no preciso informes ni pruebas de que los americanos se meten, ¡si se meten en todos lados! La novedad sería que no se metieran”, afirmó Mujica, para añadir: “Se llevarán mal, pero ¿va a decir que Venezuela es una amenaza para Estados Unidos? ¿Dónde estamos parados?”

El asunto llegó al Parlamento Europeo y allí el eurodiputado Pablo Echenique, de Podemos,  defendió la postura de su partido: “Defendemos los principios fundamentales del Estado de derecho y la libertad de expresión y también creemos que, en una democracia, la manera de solventar los conflictos es el diálogo”, y citando al Papa Francisco añadió: “Es obvio que en Venezuela hay muchos problemas, pero también creemos que la única manera de resolver esos problemas es abrir espacios de diálogo pacífico y constructivo entre todas las partes”.

Asimismo, el eurodiputado Javier Couso (Izquierda Unida) consideró que su postura es similar a la que mantiene Unasur: “Aquí hubo una serie de injerencias para derrocar a un gobierno. Nunca vamos a estar a favor de la desestabilización del país”.