Agapito Mba Mokuy  y José Manuel García-Margallo
Agapito Mba Mokuy y José Manuel García-Margallo

Mi Columna
Eugenio Pordomingo (6/12/2012)
No hay duda que algo se está cocinando -políticamente- en la ex colonia española de Guinea Ecuatorial. El cambio de embajador (embajadora en este caso) de Guinea Ecuatorial en Madrid, la entrevista que el pasado día 29 de este mes han mantenido el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y su homólogo ecuatoguineano, Agapito Mba Mokuy, así como las visitas que delegaciones de empresarios han realizado a la ex colonia para analizar las posibilidades de hacer negocios, presagian un giro -puede que importante- en las relaciones entre los dos países. Sin dejar de lado la invitación del gobierno guineano para que inversores españoles hagan lo propio en el reino de Obiang Nguema.

En el contexto de la serie de encuentros-desencuentros entre los dos países, éste de ahora da la impresión de ir más lejos. El dictador guineano se ha visto obligado a recurrir a España ante los reiterados roces que desde hace meses mantiene con Francia.  

Por otro lado, el gobierno de Rajoy necesita con urgencia activar la economía española y Obiang -quizás con más urgencia- precisa de apoyo para su proyecto, que no es otro que permanecer en el poder, aunque sea a través de la nominación de su hijo Teodorín (Teodoro Nguema Obiang). Esa necesidad de apoyo ocupa varios frentes: 1) que España haga todo lo posible en Europa y Estados Unidos para que estos países  retiren los cargos por blanqueo de capitales contra su «heredero»; 2) que España neutralice a los opositores guineanos afincados en España, especialmente a Severo Moto, y que controle las relaciones con los «enemigos del régimen» que se encuentran en el exterior (Delta del Níger, Benín, Gabón, etc.); y 3) que el gobierno español le de cobertura y apoyo internacional, como en su momento lo hizo Aznar, aunque después se trocara en lo contrario.

Obiang quiere quitarse la espina de su último viaje a España, donde a pesar de los denodados esfuerzos del entonces presidente del Congreso de los Diputados,  Manuel Marín,  no pudo firmar en el Libro de Oro de la casa ni tampoco dormir en El Pardo como anhela. Obiang desea ardientemente visitar oficialmente España en loor de multitudes -pretensión más que imposible- y fotografiarse con el presidente del gobierno y con el Rey. No quiere esos gestos distantes y serios como los que recogió el último encuentro entre él y Rajoy cuando todavía éste estaba en la oposición.  

El pasado jueves el ministro de Asuntos Exteriores de Guinea Ecuatorial, Agapito Mba, en un viaje relámpago a España de dos días de duración, invitó al Banco Santander a que se instalase en su país, además de mantener encuentros con los empresarios más importantes. La sede de la CEOE fue el escenario donde se trabajó sobre ello. El ministro guineano no tuvo necesidad de hacer grandes esfuerzos para tratar de mostrar la estabilidad política de su país ante un empresariado -y un gobierno- ávidos por concertar acuerdos comerciales a costa de lo que sea.

El encuentro estuvo presidido por  Jesús Banegas, presidente de la comisión internacional de la CEOE. La agricultura, el agua, las infraestructuras, la energía y el transporte fueron temas de dilatado diálogo. Notable incidencia tuvo la posible expansión de las empresas españolas desde Guinea Ecuatorial al resto del continente.

Para evitar posibles reticencias -eran escasas- el ministro guineano aludió reiteradamente al Acuerdo de Protección Recíproca de Inversiones (APRI), que actualmente está en fase de ratificación. La reunión contó con la presencia del embajador español en Malabo y representantes de las empresas  FCC, Grupo Santander, Iberia, Grupo Cofares, Ernst&Young, Leche Pascual, Navantia, SERCOBE, Tecniberia, CESCE, y alguna más.

No hay duda que el desencuentro entre Francia y Guinea Ecuatorial a causa de la acción de la justicia gala embargando bienes de Guinea Ecuatorial en París ha sido el revulsivo para que Obiang ordenase de inmediato que se «mire con buenos ojos» a la Madre Patria.

De ahí el arribo urgente de su ministro de Exteriores, Agapito Mba Mokuy, a España. José Manuel García-Margallo, el ministro más valorado del equipo de Rajoy, no le ha puesto traba alguna, a pesar de que conoce a la perfección los sinsabores que acarrean las relaciones con Guinea Ecuatorial.

Los dos ministros se reunieron en Madrid en la sede de Exteriores. Entre otras cosas, se firmó un Acuerdo de Transporte Aéreo mediante el cual Guinea podrá, por fin, introducir sus aeronaves en suelo europeo, y España aumentar la periodicidad de sus vuelos.

Para completar este nuevo encuentro entre la metrópoli y su ex colonia, García-Margallo hizo saber a los medios de comunicación españoles que entre los temas tratados había trasladado a su homólogo el interés y la preocupación de España por la continuidad en los avances democráticos y en el desarrollo de una sociedad fuerte y desarrollada.

Sin embargo, que sepamos, García-Margallo no hizo mención a la situación en la que se encuentran decenas de empresas y profesionales que fueron literalmente expoliados en Guinea Ecuatorial; ni le hizo saber si existe o no malestar en el ejecutivo de Rajoy por las «expropiaciones» aleatorias y sin fundamento jurídico de casas y fincas en Guinea Ecuatorial, que están causando derramamiento de sangre. No sabemos, al menos no ha trascendido, algún tipo de queja por la arbitraria detención del abogado Fabián Nsue.

Purificación Angue Ondo , embajadora de Guinea en Madrid
Purificación Angue Ondo , embajadora de Guinea en Madrid

Tampoco Exteriores ha hecho ascos a la embajadora Purificación Angue Ondo, sobrina del dictador Obiang Nguema, que tomó posesión de su cargo el pasado mes de noviembre. En su nombramiento, el gobierno guineano no dudó en considerarla una gran defensora de los derechos humanos sobre todo de la mujer. Versión muy distinta la que ofrece un informe publicado por Unión Popular (UP), partido que lidera Faustino Ondó Ebang, exilado en España tras pasar varios años encarcelado en Black Beach.

En ese informe se profundiza sobre la situación de los Derechos Humanos en la ex colonia española. Más de 30 páginas y decenas de nombres de guineanos torturados y asesinados por la dictadura guineana, aparecen en el  «Informe sobre la situación de los Derechos Humanos en Guinea Ecuatorial». En el documento se encuentran muchos nombres de los presuntos torturadores y colaboradores del régimen de Obiang Nguema, «algunos de ellos españoles» que pertenecen  o pertenecían a la Seguridad (red de confidentes e informadores) del presidente guineano. Desapariciones, torturas y asesinados son recogidos con nombre y apellidos. Algunos de los que dejaron sus vidas en esas orgías de sangre fueron:  Jesús Alfonso Oyono Alogo (ministro de Obras Públicas); Buenaventura Ochaga  Ngomo (ministro de Educación); Pedro Motú Memiaga (ex oficial de ejército); Reverendo Padre José Esono (Sacerdote católico); Job Obiang Mba (director de la Enseñanza Primaria); Martín Obama Ondo (agricultor en Malabo); Antonio Edu (mecánico aeronáutico); Pablo Zeng Esono (director general de Policía); Manuel Nzi Mba; Pantaleón Otú Alogo Ondo (policía); Fortunato Nfula Mbuang; Eduardo Edu Mongono; Saturnino Ncogo Mbomío, y un largo etcétera.

Entre las víctimas españolas están Carmen Samaranch Kimer, monja decapitada, presuntamente por denunciar la corrupción en la cooperación; Antonio Martínez Lister (muerto por la policía cuando lo llevaba al aeropuerto de Malabo para expulsarlo del país, fue arrojado a un barranco); Ana Isabel Sánchez Torralba (cooperante religiosa muerta en un control militar). También están los casos de los ciudadanos franceses André Balanger y André Coqsal.

La larga lista de ejecutores de muchas de las atrocidades cometidas por el régimen guineano -según Faustino Ondó– incluye a Purificación Angue Ondo, actual embajadora de Guinea Ecuatorial en Madrid, a la que el ministerio de Exteriores de España ha dado su plácet.

Entre bambalinas, donde verdaderamente se cuece todo, hay más asuntos. Por ejemplo, el desmedido interés -sobre todo del gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero– por apoyar al partido político CPDS, que lidera el diputado guineano u miembro de la Internacional Socialista, Plácido Micó, al que la mayoría de los medios de comunicación españoles considera como la única «oposición» a Obiang Nguema. En espacioseuropeos hemos denunciado en más de una ocasión esas y otras maniobras tendentes todas ellas a apoyar al dictador mostrándole como un dirigente democrático que permite la pluralidad en la Cámara de Representantes del Pueblo.

Dentro de la cadena de errores cometidos por los gobiernos españoles -reitero, especialmente en la nefasta etapa de Zapatero– destaca la operación de entregar con armas y bagages el partido Unión Popular (UP) a Obiang Nguema. El histórico líder Andrés Moisés, dirigente de UP hasta su muerte en 2006, se resistió a las jugosas ofertas que desde España le hicieran, entre otros,  José Ramón Gil Casares (actual embajador español en Estados Unidos) en su etapa de Secretario de Estado con José María Aznar.

Fracasada esa operación se intenta otra, pero ahora para desplazar a Faustino Ondó Ebang, actual presidente de UP, que tampoco se pliega a los deseos de Obiang Nguema, y al que entre el gobierno de Zapatero y la dictadura guineana quieren apartar, colocando en su lugar, manu militari, como máximo dirigente de esa formación, a Daniel Darío Martínez Ayécaba, funcionario de la Administración guineana. De nuevo, a un alto coste democrático, financiero  y de desprestigio para España, se produce otro rotundo fracaso.  

El escritor y colaborador de ´Mundo Negro´, Donato Ndongo Biyogo, es el peón que utilizan en otra desastrosa operación de apoyo a Obiang Nguema. En esta ocasión (mayo de 2012), el objetivo es apartar a Severo Moto de la dirección del Partido del Progreso; pero éste, reacciona con prontitud y desmonta el operativo. De paso consigue afianzarse más en su labor opositora. 

Teodoro Nguema Obaing, Teodorín
Teodoro Nguema Obaing, Teodorín

La llegada del Partido Popular a La Moncloa parece que le ha hecho reaccionar, aunque no se sabe a ciencia cierta en qué dirección. De momento no se ha fotografiado en la presentación de la plataforma CEIBA, acto que tuvo lugar en Madrid, el 18 de julio, en el lujoso Hotel Westin Palace, con el apoyo de los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados, Amaiur, BNG, CIU, ERC, FAC, Izquierda Plural y PSOE. CEIBA se define como federalista.

La presencia del PSOE en esa reunión nos ofrece un escenario distinto al que hasta ahora se contemplaba que era el apoyo incondicional y sin fisuras de Ferraz (sede nacional del PSOE) al CPDS y a su líder Plácido Micó. Si se ha producido o se va a producir ruptura, a Micó le tendrán que buscar una salida airosa y bien remunerada, pues él sabe muchas cosas.

¿Han cambiado los socialistas de estrategia? Sinceramente, creo que no; lo que han cambiado son los peones necesarios para tratar de implantarla. La operación es la misma, la de siempre.  Los intereses de Juan José Laborda, José Bono, Miguel Ángel Moratinos, Rodolfo Martín Villa y algunos más, además de empresas como REPSOL,  son los mismos, pero ahora el centro de decisión se ha movido.

Entre tanto, ¿qué hacen los populares? Jorge Moragas y su equipo cuando estaba en Génova, han quedado desplazados por la intensa actividad y cambio de táctica y estrategia de Exteriores. No hay que olvidar que a Moragas le acusaron desde el PP de estar afectado por el ´síndrome de Estocolmo´, cuando Exteriores dependía de Trinidad Jiménez. Insólito, pero así fue.

La estrategia de García-Margallo para con Obiang Nguema no difiere mucho de la de Zapatero, aunque con ribetes de más seriedad: poco palo y mucha zanahoria parece ser la filosofía actual: transmitir a los medios de comunicación que Guinea Ecuatorial va mejorando en los Derechos Humanos, en la democracia y en las libertades, y poco más, que ya es mucho. Al unísono tratar de que las empresas españolas, sobre todo las más importantes, se instalen en Guinea Ecuatorial con ciertas garantías. Si se puede, que se podrá, vender armamento y munición al dictador, y aprovechar a tope los puertos de Malabo, Luba y Bata.

No parece que García-Margallo apoye a CEIBA, aunque nunca se sabe. Dentro de unas horas esa plataforma se reúne de nuevo en Madrid, en un hotel, menos lujoso y más cercano a los guineanos, en la localidad de Fuenlabrada. Daniel Darío Martínez Ayécaba, coordinador adjunto de ese grupo se encuentra detenido desde el día 3 de este mes. Se afirma que fue «sacado» del avión, en el aeropuerto de Malabo, cuando se disponía a viajar rumbo a Madrid para asistir a una reunión convocada por CEIBA.

La máquina de tragar líderes y grupos políticos, prefabricados o no, se ha puesto en marcha. ¿Otra operación fracasada? Lo veremos en unos días.