Rajoy ObiangEspaña
Javier Martínez (29/3/2014)
La invitación, para asistir al funeral de estado por Adolfo Suárez, al dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, es la gota que colma el vaso de heces en este proceso de degeneración y de descomposición de la democracia española de la mano del gobierno de Mariano Rajoy.

Es paradójico y sintomático que al sepelio del primer presidente de la democracia del 78, de la persona que terminó sin ruptura con la dictadura del general Franco, acuda en calidad de invitado de honor el ejemplo de una de las dictaduras más atroces y corruptas del planeta.

Es toda una manifestación gubernamental de la muerte del régimen de la transición democrática, todo un símbolo de los aíres fétidos de la involución y de la represión democráticas que estamos sufriendo los ciudadanos de este país.

Este gobierno silencia y desoye los informes alarmantes de instancias internacionales, que como el Consejo de Europa vienen alertando desde hace dos años de la degradación y de la falta de calidad democrática en España.

El comisario europeo de Derechos Humanos, Niels Muiznieks, viene denunciando desde el año 2011 los usos y abusos policiales en España en la represión de manifestaciones y leyes atentatorias contra los Derechos Humanos como la de Seguridad Ciudadana, o la reforma del Código Penal, toda una deriva más que autoritaria de este gobierno.

¡Señor Rajoy!, por sus denuncias y manifestaciones en contra de estas prácticas políticas, ¿es el Consejo de Europa y su comisario de Derechos Humanos, agentes antisistema de ultraizquierda?

¿Los descalificarían así también el Ministro del Interior, señor Fernández o la jefa Cifuentes?

Este gobierno nació legal, pues salió de unas urnas; es tan legal como lo era el gobierno depuesto recientemente en Ucrania, y como aquel ha perdido toda su legitimidad en las calles y plazas ciudadanas.

¡Señor Rajoy!, su ministro de Hacienda, señor Montero, acaba de señalar con el dedo acusador a Cáritas Internacional diciendo que no “provoque” publicando informes, como el que acaban de presentar, que denuncia el grado de pobreza en España, pues ya somos el segundo país de Europa , después de Rumania, en pobreza y pobreza infantil.

¡Señor Rajoy!, ¿ss Cáritas Internacional también un agente antisistema de ultraizquierda?

La criminalización de las protestas ciudadanas, calificando de antisistema de ultraizquierda, a parados, estudiantes, trabajadores precarios, bomberos, despedidos masivos, victimas de Eres abusivos, a las víctimas de estafas de bancos y cajas, a los pequeños y medianos empresarios asfixiados, a los autónomos ninguneados, a profesores, médicos y personal sanitario y tantos y tantos manifestantes en contra de este mal gobierno, en contra de este austericidio ciudadano, en contra de esta corrupción aberrante.

España es el segundo país del mundo en el que más ha aumentado la percepción de corrupción, por detrás tan sólo de Siria, según un informe de la ONG alemana Transparencia Internacional (TI), publicado en diciembre de 2013.

¡Señor Rajoy!, ¿es esta ONG alemana también antisistema de ultraizquierda?

¡Señor Rajoy!, ¿somos ultraizquierdostas todos los millones que nos manifestamos en contra de su política antisistema?

Le recuerdo que desde el último gobierno Zapatero hasta hoy, España con el 15-M a la cabeza ha batido el récord de países con más número y volumen de manifestaciones en Europa junto con Grecia.

Después de la patochada y del dispendio del “café con leche en la plaza Mayor”, ¿nos van a meter a todos en campos de manifestación especiales, unos nuevos campos o CIES contra la protesta para acallar nuestras voces?

¡Señor Rajoy!, un presidente que, como usted declara, no leer periódicos para que no le quiten el sueño, y eso que la prensa escrita es actualmente -por no decir casi toda- un panegírico a su gobierno, es todo ello un síntoma.

El negarse a sí mismo, el no querer reconocerse es la base, según los psiquiatras y los psicólogos, de grandes perturbaciones. Calígula, Hitler y tantos personajes resentidos y acomplejados de la historia, mutaron la negación de sí mismos en el desprecio y la crueldad hacia quienes les rodeaban.Contra la criminalizacion

Los totalitarios ven como enemigos a eliminar toda voz contraria o disidente; no cabe la protesta, la existencia del otro, del que opina y se manifiesta en contra.

La negación de la realidad, del hambre y depauperación crecientes, de la pobreza ciudadana en aumento, del empecinamiento cruel en medidas ineficaces que acrecientan el malestar ciudadano, el brutal crecimiento de las desigualdades y de las injusticias en España, todo ello unido a los intentos de represión, descalificación, amordazamiento y criminalización de las protestas legítimas y legales ciudadanas, hacen que este poder que nos mal gobierna esté completamente desprestigiado y deslegitimado.

¿O la vara de medir de lo sucedido recientemente en Ucrania es distinta de la vara de medir de lo que está pasando en España?

¡Señor Rajoy!, según ustedes, hay que apoyar la mal llamada revolución democrática de la plaza Euromaiden de Kiev, contra un gobierno legalmente elegido pero corrupto y creador de desigualdades ciudadanas.

Y, en cambio, aquí en España, acabemos reprimamos, descalifiquemos y criminalicemos las marchas de la dignidad, las manifestaciones contra la corrupción, contra los recortes y contra el aumento de las injusticias y desigualdades extremas, contra este mal gobierno en España.

La esquizofrenia de este poder es cada vez más patente y manifiesta, no sólo frente a sus ciudadanos contribuyentes, sino frente a instancias y organismos observadores internacionales.

Un gobierno deslegitimado es la base para la desobediencia y a la insumisión pacíficas de la ciudadanía.

¡Señor Rajoy!, ¿se acuerda de los tratados contra el mal gobierno de la escuela de Salamanca del siglo XVI del padre Mariana, entre otros, a favor del derecho de resistencia de los ciudadanos y a favor del tiranicidio?

¡Señor Rajoy!, ¿aquellos eran también para ustedes antisistema de ultraizquierda?