De momento, las armas reposan
De momento, las armas reposan

Mi Columna
Eugenio Pordomingo (6/9/2014)
A pesar de que las separatistas Donetsk y Lugansk siguen apostando por la secesión, se ha logrado un “alto el fuego” en el Este de Ucrania. En la ciudad de Minsk, el representante de Kiev no vio obstáculo alguno para firmar un “alto el fuego” en Ucrania. Por su parte, el presidente Poroshenko expresó un “cauteloso optimismo” de alcanzar el alto el fuego.

Intereses de todo tipo se han movido y se mueven estos días tanto en Ucrania como en Cardiff (Gales), donde se ha celebrado la cumbre bianual de la OTAN. La crisis de Ucrania y el islamismo radical desatado repentinamente en Irak y Siria han ocupado la agenda de la cumbre de la OTAN.

La cumbre comenzó con durísimas críticas a Rusia, pero el “horno no está para hacer bollos” y la reunión se fue centrando en dos temas: la creación de una fuerza de acción rápida que podría ser desplegada a corto plazo –incluso en Ucrania-, y la amenaza yihadista, principalmente, en Irak y Siria.

Ayer viernes se alcanzó un “alto el fuego” que parecía imposible entre el gobierno de Kiev y los separatistas pro-rusos. El grupo de Contacto para el Arreglo de la Crisis ucraniana reunido en la ciudad de Minsk, entró en vigor el mismo viernes. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko, leyó un comunicado en el que, entre otras cosas, decía que “De acuerdo a la decisión del presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, y la orden del jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania, las unidades militares en la zona de la operación antiterrorista han cesado el fuego a partir de las 18.00 horas ucranianas (15.00 GMT)”, según recogen medios de la zona.

Los representantes de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD) mostraron su disposición a ese acuerdo de paz, afirmando que “cesan el fuego en el cumplimiento de lo acordado en Minsk”.

El protocolo de 14 puntos, que recoge otros del Plan de Paz propuesto por Vladimir Putin, se plasmó en un documento que firmaron las partes en conflicto (los representantes de Ucrania, Rusia, OSCE y las dos repúblicas autoproclamadas del Este, Donetsk y Lugansk).

En el marco del protocolo firmado figura el canje inmediato de prisioneros y el cese de toda tipo de actividad bélica. Asimismo, se acordó el envío de otro convoy de ayuda humanitaria, procedente de Rusia, con destino al este de Ucrania.

En los últimos días el avance de los independentistas fue notable, mientras el ejército ucraniano daba muestras de cansancio, de haber perdido su capacidad de respuesta. A la desmoralización entre la tropa y la falta de equipamiento moderno, se ha unido el poco interés que mostraba la UE por ampliar las sanciones a Rusia, que como se ha visto se le han vuelto como un boomerang.

Otro factor importante a la hora de ejercer presión para lograr un “alto el fuego” ha sido la llegada del invierno en unos meses. La dependencia de muchos países europeos del gas ruso ha forzado esta situación. Ahora es el tiempo de la diplomacia y de que la UE haga oídos sordos a las voces que le llegan del otro lado del Atlántico.

La postura de la Casa Blanca
El presidente Obama persiste en seguir acusando a Rusia y hacerla “responsable por la violencia al este de Ucrania” y de haber “violado deliberadamente y repetidas veces la soberanía y la integridad territorial de Ucrania”, olvidando la historia de Ucrania y no aportando pruebas fehacientes de esas “violaciones”. Eso, sin entrar a valorar la posición que EEUU y algunos países europeos mantuvieron en el caso de la independencia unilateral de Kosovo, que apoyaron con sumo placer. “Donde las dan, las toman”, dice un refrán castellano.

Por otro lado, es alarmante como no se han hecho públicas las conversaciones entre los controladores y el piloto del avión Boeing-777 de Malaysia Airlines siniestrado el 17 de julio de este año. Y recordar, asimismo, como el Viceministro de Defensa ruso, Anatoly Antonov, preguntó por las “cajas negras” del avión, supuestamente derribado, y “quién es el que no desea que todo eso se sepa”.

Es indispensable que estas dudas sean aclaradas lo ante posible para tratar de conocer a quién o quiénes les interesa una Europa fragmentada en lo político, aunque unida, si es posible, en ello económico.

La tregua en Ucrania,  puede ser un paso importante para tratar de llegar a un acuerdo definitivo en el país, manifestó ayer el secretario general del Consejo de Europa, Thornbold Jagland: “Espero que el alto el fuego será el primer paso hacia una solución política de esta crisis”, afirma en un comunicado de prensa.

Nada más darse a conocer el “alto el fuego”, se produjo –continúa-  el regreso en masa de los miles de refugiados de Donetsk y Lugansk, que vuelven a sus casas tras el cese de los terribles bombardeos del ejército ucranio que les obligó a abandonarlas.

Desde aquí hago una recomendación a políticos, militares y altos funcionarios de las instituciones nacionales, europeas y atlánticas: no acepten de sopetón ideas, sugerencias u órdenes que sólo pretenden crear conflicto en Europa. Recapaciten, analicen y olvídense del cargo y la mesnada que reciben, nos jugamos mucho en ello. Han ¿escuchado, oído o leído algo sobre la I y II Guerras Mundiales? La duda propiamente dicha, la duda metódica, no descubre, como dijo Descartes, “verdades nuevas”, pero con ella se gana “evidencia”.

Eugenio Pordomingo
Eugenio Pordomingo

 

Me permito una recomendación: consulten el artículo de Manuel Pastor, en concreto dos de los párrafos, en los que dice:

“Dando un salto en la historia merece recordarse que precisamente en Ucrania, concretamente en Yalta (Crimea), en torno a 1900 coinciden tres gigantes de la cultura rusa, tres de los más grandes escritores de su época: León TolstoiMáximo Gorki y Antón Chejov, siendo éste el anfitrión en su pequeña villa, donde pasará los últimos años de su vida y donde escribirá, entre otras obras, sus últimos dramas, Tres hermanas y El jardín de los cerezos, bella expresión de la técnica “corrientes de la conciencia” que marca el inicio del Modernismo en la literatura contemporánea. Cualquiera de los tres escritores hubiera juzgado escandaloso e inaceptable que Ucrania no fuera considerada parte esencial de Rusia, como lo pensarían también tres líderes tan poderosos y diferentes de la era soviética como los ucranianos TrotskyKruschov y Brezhnev”.

El otro párrafo:
“Por cierto, es en Yalta, en el Palacio Yusupov (de la familia del príncipe Félix Yusupov, el famoso asesino de Rasputin, familia descendiente del Kan tártaro de Crimea convertido a la religión ortodoxa y a la alta nobleza en la corte de San Petersburgo) donde se hospedará Stalin durante la cumbre con Roosevelt y Churchill al término de la Segunda Guerra Mundial, momento culminante y simbólico del poder y prestigio internacional de la Rusia soviética. Que en 1954 Kruschov regalara Crimea a la república soviética de Ucrania es históricamente irrelevante, fue un gesto caciquil, teatral e injusto de la ficción general comunista que, como el propio Gorbachov ha reconocido ahora, había que reparar”.

Alerta con los desmemoriados, los ineptos, los “encefalogramas planos”, los genuflexos y los aliados de cartón. Nos jugamos mucho en ello. ¿Acaso han olvidado ustedes lo que repetían cual papagayos amaestrados la mayoría de los políticos españoles y  portavoces militares, eso de la “evidencia de armas de destrucción masiva” en manos de Sadam Hussein?