Eugenio Pordomingo
Eugenio Pordomingo

Mi Columna
Eugenio Pordomingo (18/4/2016)
La semana pasada ha sido de órdago, plagada de noticias que desvelan  una lucha desaforada por la acumulación de poder, mientras los recortes sociales siguen su imparable marcha en pos de incremento de las desigualdades entre ricos y pobres. Los esfuerzos que hacen determinados medios de comunicación por tergiversar los hechos (desinformarnos) no deben hacernos perder la realidad, más bien lo contrario. Reflexionar y analizar.

España atraviesa una tremenda crisis institucional, una etapa –una de tantas- un tanto convulsa. Sobre todo por el enfrentamiento por el poder político, que mantienen los dirigentes de las distintas formaciones. Informes (dosieres) van de un lado para otro buscando el mejor acomodo –como si fueran un aguijón- para tratar de dejar al enemigo, al competidor o contrincante, capitidisminuido o fuera del escenario. En la cúspide de esa lid están las instituciones más importantes, las corporaciones industriales y financieras.

La primera sacudida de esta semana ha sido la de los Papeles de Panamá, publicados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, que nos llegan a cuentagotas, y en los que aparecen políticos, monarcas, artistas, escritores y deportistas. A todos ellos les une su egoísmo, el escaso amor a la Patria y el excesivo apego al dinero. Y también les une su desmemoria y el echar la culpa al hermano, al socio, a su padre o su madre.

La explicación más original de todos los que, hasta ahora conocemos, que aparecen con sociedades offshore en Panamá, es Pilar de Borbón, hermana del Rey Juan Carlos I y tía de Felipe VI, que achaca la culpa de que tenga una sociedad en Panamá ha sido de ETA. ¡Manda reaños con la señora! La sociedad fue creada en 1974 y cerrada en 2014, cinco días después de que su sobrino fuese coronado. En un comunicado, la tía del Rey dice que la sociedad fue clausurada “al no contar con recursos suficientes ni expectativas” que justificaran su mantenimiento.

La rumorología comenzó a urdir su madeja: ¡Qué si el verdadero dueño de esa sociedad es otra persona!; ¡que si por allí pasaban  millones de euros y dólares!

Los Papeles de Panamá  le han servido muy bien a la Vicepresidenta  Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal, que se han quitado a un personaje con el cual, la primera casi ni se hablaba, y la segunda le odiaba pues iba a sucederla en el cargo de secretaria general del partido. Hablo de José Manuel Soria, ex alcalde de las Palmas de Gran Canaria y ex presidente del Cabildo de la misma isla, además de íntimo amigo de la familia de Mariano Rajoy.

Al ahora ex ministro de Industria y Energía, Comercio y Turismo, José Manuel Soria,  le vino que ni ´pintao´ que Rajoy le nombrase ministro, pues los asuntos de corrupción urbanística en las Islas Canarias estaban comenzando a dar quebraderos de cabeza al PP insular y al nacional.

Durante unos días, Soria se desdecía una y otra vez. Hasta que vino lo inevitable. Sáenz de Santamaría se negaba a dar la cara por él. Soria no asistió al Consejo de Ministros del 15 de este mes y ahora anda ajetreado preparando su espléndido despacho en Repsol. Nadie le acusará de “puertas giratorias”, pues ahí están los casos más recientes de Elena Salgado, Pedro Solbes, Trinidad Jiménez, etc., etc. Desde 1979 hasta aquí,  la lista es interminable.

Sobre los Papeles de Panamá, llama la atención que Bradley Birkenfeld –más conocido como el ‘Snowden financiero’- afirme que la CIA “está detrás” de esas filtraciones. Birkenfeld, ex directivo del banco suizo UBS, colabora con las autoridades estadounidenses desvelando información sobre evasores fiscales con destino Suiza. En su entrevista en la cadena  CNBC sobre los 11 millones de documentos robados a la empresa panameña Mossack Fonseca, contó como esos “papeles” no han sido desvelados por ningún infiltrado ni colaborador del bufete Fonseca, sino obra de servicios de inteligencia de EE.UU: «Estoy seguro de que la CIA está detrás de esto», dijo Birkenfeld.

Un amigo, navarro por cierto, me dijo un día –refiriéndose a cómo actúan las gentes que conforman eso que llamamos Poder- lo siguiente: “A un león, le puedes matar de un tiro en la cabeza, por ejemplo, pero no se te ocurra tocarle las pelotas”. La respuesta de un bicho de ese calibre debe ser terrible tras un toqueteo de sus criadillas, salvo que sienta placer.

Y esto viene a cuento de las detenciones de los dirigentes –la cúpula han dicho- de Manos Limpias (Miguel Bernad) y AUSBANC (Luis Pineda), acusados de supuestas extorsiones a banqueros, pero también al abogado del Caso Noos (Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina), al que, al parecer, pidieron tres millones de euros por retirar la acusación. Operación Nelson es el nombre que le han dado a este caso. ¿Quién es el almirante aquí?

Como la mayoría de los mortales de este país, desconozco si ha habido o no extorsión, pero lo curioso, lo llamativo de este asunto es que, banqueros, directivos de Cajas de Ahorros  e implicados en el Caso Noos, pueden ver anuladas sus cuitas con la Justicia a causa de “descubrirse que la acusación popular pedía tres millones por retirarse del caso…”.Mafaldas

El asunto no es baladí. El abogado que lleve la acusación popular en el Caso Noos puede ser acusado de cooperar con el fraude  y la extorsión, si se confirmara la existencia de tal. ¿Qué alivio deben sentir el matrimonio Iñaki UrdangarinCristina de Borbón, Miguel Blesa y los usuarios de las tarjetas black de CajaMadrid-Bankia?

Por si fuera poco, Mario Conde, fue detenido por “repatriar” 14 millones conseguidos –según medios de comunicación- del saqueo de BANESTO.

Más asuntos: El Papa Francisco regresó de Lesbos con 12 refugiados que acogerá en El Vaticano. Un gesto que debería servir para despertar las conciencias de los adormecidos políticos europeos, pero eso es mucho pedir. Mientras tanto, Israel aprovecha para proseguir con su política de demolición de viviendas de palestinos, a la vez que amplia los asentamientos ilegales desoyendo las denuncias internacionales.

Y, por supuesto, las diversas coaliciones internacionales prosiguen con su labor de masacrar Yemen, dividir y enfrentar a las poblaciones de Siria, Irak y Libia, con el beneplácito de Arabia Saudí y Turquía.

Si ante todo esto, no sabemos o no queremos reaccionar, es que nos merecemos, al menos, un severo rapapolvo.

Decía Licurgo –filósofo y legislador espartano- que “el principal maestro de los hombres en las acciones de la vida es el infortunio”, pero parece que aquí hemos perdido la capacidad de aprender. Ya se sabe, lo dijo Mafalda,  “La educación es la vacuna contra la violencia y la ignorancia”.

Con la intención de fomentar la habilidad, la astucia y la actividad de los ciudadanos,

Licurgo dispuso que se ejercitara a los niños en el robo y que se azotara fuertemente a los que se dejaran sorprender.

¿No hemos recibido ya bastantes azotes? ¿Cuándo vamos a reaccionar?